Dystopia. Atardecer en Meñakoz

Alguna vez hablando con amigos en banales conversaciones alguien sostiene que la utopía no existe y como tal dicha palabra tampoco tiene cabida. Pues si, es casi por no decir del todo imposible llegar a un estado utópico, pero a mi me gusta pensar que con nuestras fotografías nos acercamos a ello. Mostramos partes, momentos, tonalidades... de paisajes mágicos, de ensueño, manipulando la realidad, transportándonos en ocasiones a un mundo más utópico.

Meñakoz, 24 mm, 30", f11, Iso 200, ND 10 pasos, black card

Soñador que es uno ¿verdad?

Es entonces cuando aparece alguien que me hace bajar a la tierra y me hace ver que nuestro pequeño mundo fotográfico no esta libre de injusticias, envidias y motivaciones económicas etc etc... por parte de 4 caciquillos apoyados por huestes de acólitos que lejos de pensar por ellos mismos están alienados creyendo que sus caciques les están dando algo.... Se jodió la utopía y la distopía se adueñó de nuestra afición, de nuestra vía de escape.

He elegido esta foto 1º porque la hice ayer y la quería mostrar :P pero documenta bien y ofrece una doble lectura a lo que acabo de exponer. Tal y como leemos las fotos vemos como las masas se acercan al líder consiguiendo este un ego mayor. El sol cae, ya no queda mucho que hacer... el régimen distópico ha vencido.

Otra lectura más optimista y utópica es que bajo un nuevo amanecer el discurso de yo soy dios ha perdido fuerza y las masas antes alienadas deciden emprender su camino.

Es de esperar que estos dos conceptos convivan y mientras haya un equilibrio todo irá bien.