Cargadero de Dícido. Mioño

rojizo amanecer costero en el cargadero de Dícido en Mioño
Cargadero de Dícido, Mioño. 14 mm, 67 mm, f8, ISO 100, ND 6 pasos

 

Esta siendo este final de noviembre un tanto extraño, un día llueve el otro hace calor, o antes de amanecer esta jarreando y al salir el sol se abre el cielo que nos regala este unos colores espectaculares o viceversa... Pero la tónica ha sido que el viento dominante rolaba del sur y durante esta semana ha habido amaneceres y atardeceres bastante espectaculares los cuales he tenido el privilegio (léase con ironía) de ver desde el andamio. Tanto ha sido el goce que el jueves bajaba a currar con la cabeza baja para no ver el espectáculo de luces que había en el cielo.

 Mientras transcurrían las duras jornadas laborables no dejaba de dar vueltas a salir a hacer algo de fotografía de costa, aunque como suele pasar muy a menudo,llega el fin de semana y se estropea todo.

 Llegó el fin de semana. Viernes a la tarde, nubosidad en descenso, previsión de un soso atardecer, pero me daba igual, tenía que sacar a Perrito y además en casa si que es seguro que no vea una bonita puesta de sol, así que preparo cámara, trípode y demás enseres fotográficos y para Azkorri.

 Ni miré mareas, ni previsión meteorológica, solamente quería salir a desquitarme de una semana de andamio. No tuve un atardecer memorable, pero disfruté un rato fotografiando en la costa.

Azkorri. 16 mm, 3", f11, ISO 100
 La cosa es que como Azkorri supo a poco se nos ocurre ir a hacer el amanecer a Mioño, al cargadero de Dícido, más que nada por cuestiones de orientación, tenemos opciones de encuadrar hacia el este en esta localización. Otra de las ventajas que tienen estas localizaciones es que estás a lado de casa y a parte de una mínima planificación, si todo falla y vuelves a casa con la tarjeta vacía o llena de archivos de papelera de reciclaje, no pasa absolutamente nada, solo con el café y pincho de tortilla que nos hemos metido para la buchaca en el bar Bitacora de Castro Urdiales ya ha merecido la pena el madrugón.

 Aunque por suerte no ha sido así...

 La planificación nos daba un 70 o 90% de nubes según la fuente y la verdad que en Algorta a las 6:00 a.m. que he he sacado a Perrito así era, apenas se veía la luna llena entre las nubes. Por suerte no ha sido así y en el cargadero de Mioño el cielo estaba un poco más roto que junto con  el viento sur nos ha regalado un colorido amanecer.

 Turno de hablar de como se ha hecho esta fotografía en el cargadero de Dícido. Tampoco hay mucho que decir, insistir en la precaución extra que debemos tener al fotografiar costa, más aún si llegamos de noche.


14 mm, 25", f11, ISO 64
 La 1ª fotografía, la que encabeza la entrada, está tomada 4 minutos antes de la salida del sol. Esta última casi media hora antes, hay unos 20 minutos de diferencia entre las 2 fotografías. Esto quiere decir que hemos llegado a la localización de noche y que hemos de tener varios factores en cuenta, si os parece, vamos a hablar de ello.

 Ayer al planificar la salida no le dimos importancia a la marea, a fin de cuentas en el cargadero de Mioño no es algo determinante, no es como Barrika que con marea alta te quedas sin playa. Pero ojo!!! Una vez metidos en faena es imprescindible conocer el estado del mar, mareas, coeficiente de mareas, oleaje... Bueno, nuestra marea estaba bajando y el oleaje era nulo.

 Con estas condiciones de mar decido que puede estar bien ir a la parte izquierda de la cala del cargadero de Dícido. Es una zona de grandes rocas y de rompiente que con las condiciones favorables del mar y un poco de seguridad a la hora de andar trepando entre rocas, no entraña ninguna dificultad, aún con la escasa luz de antes del amanecer.

 Mientras saltamos de roca en roca ya vamos viendo una especie de boceto mental de la foto que podemos hacer. Por desgracia esa foto no siempre suele salir a la primera y no suele hacerse desde la posición más cómoda.


 Probé a encuadrar desde una posición seca y elevada a la vez que segura, pero me entraba mucha roca en el primer plano. Desde esa posición, al menos para mi, la foto no era viable, pero si vi claro desde donde si podía serlo. Tocaba bajar a la misma linea de la marea.  Una vez abajo hay que tener especial atención a las piedras resbaladizas, ayer lo eran todas las que estaban mojadas.

 En estos entornos de acceso tan abrupto, nos vamos a encontrar con la dificultad de colocar el trípode, sumado a la dificultad de donde nos colocamos nosotros. Conseguí asentar el trípode con dos de sus patas recogidas apoyadas en una roca y la 3ª extendida por completo quedando más o menos estable y "sin riesgo". El que no estaba nada estable era yo, entre rocas y piedras resbaladizas encajando los pies entre las piedras y cuidando de no moverme bruscamente para no dar con los huesos en el suelo. Y en medio de este cúmulo de circunstancias conseguí sacar este único encuadre del cual me quede bastante satisfecho.

124", f8, ISO 200


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