Cala Kantarepe

Cala Kantarepe, Algorta. 24 mm, 0.3", f11, ISO 64

 Hará casi 30 años que no bajaba a Kantarepe. No por nada en especial, no ha cuadrado. De siempre me ha gustado sentarme en la orilla del mar y cuando conocí a la que hoy es mi Mujer solíamos pasar horas y horas en la costa de Getxo, siendo Kantarepe uno de nuestros lugares preferidos.

Después nacieron nuestros hijos y cambiaron las prioridades. Kantarepe quedó olvidada.

Pasaron los años y me aficioné a la fotografía, sobre todo a la fotografía de paisaje, volviendo a retomar ese contacto con el mar, el olor a salitre, a bajamar... Descubriendo mil y un rincones de playas como la de Azkorri o Túnelboca, buscando la foto desde lo alto de los acantilados de La Galea... Pero Kantarepe seguía olvidada. Bueno, no es del todo cierto, siempre me he dicho que tenía que bajar a buscar encuadres, pero hasta este viernes pasado no lo he hecho.

¿Dónde está la cala Kantarepe?

Está en Algorta, entre las playas de Ereaga y Arrigunaga, bajo el mirador de Usategi. Su orientación es hacia el oeste por lo que es buena localización para fotografiar el atardecer. Se accede desde el mismo parque de Usategi por un camino hecho por los pies de la gente que baja y que pide un par de trepadas. No entraña riesgo ni es exigente pero se puede decir que no es de fácil acceso.

El estado de Kantarepe

La cala Kantarepe no tiene ningún servicio de playa, es decir ni duchas, ni wc, ni servicio de limpieza. Es un lugar semisalvaje dentro del mega urbanizado Gran Bilbao. 

Al parque de Usategi acuden los fines de semana grupos de chavales y no tan chavales a beber o a comer Chetos o a lo que les de la gana, en ese aspecto no juzgo a nadie, pero todo eso se nota en Kantarepe en forma de basura. Y la verdad que es triste bajar por el acantilado a uno de los pocos sitios que tenemos así y encontrarte latas y botellas vacías tiradas sin ningún escrúpulo. En fin.... También, al no tener servicio de limpieza, todo lo que arrastra la marea se acaba depositando entre las rocas y piedras de la orilla poniendo en evidencia el gran fracaso que somos como sociedad. De vez en cuando también se escuchan quejas de vertidos fecales, lo cual sumado a lo antes dicho hace que el estado de Kantarepe no sea el más optimo.

Impresiones fotográficas

Una de las razones por las que era reticente a fotografiar desde Kantarepe era por el fondo. Cualquier conexión de planos nos va a llevar directamente a un fondo cargado de contenido industrial como el Superpuerto de Bilbao. Pero siendo sincero me he llevado una agradable sorpresa ya que ese fondo que presuponía como no muy vistoso, se ha integrado muy bien en marco de la foto.

Es cierto que el cielo y la luz han ayudado a integrar ese fondo, veremos que sucede en próximas visitas.

En cuanto al resto de planos, sabía que las dos rocas del plano medio iban a ser elementos a tener en cuenta en el encuadre, pero no tenía ni idea de como y mucho menos que me encontraría para el primer plano (recordar que llevaba sin bajar casi 30 años!!!!) Di con este flysh bastante trabajado por la marea y utilicé algunas de sus oquedades para enriquecer el primer plano.

Bien podemos decir que mis primeras impresiones en la cala Kantarepe han sido muy positivas y solo he podido catar un momento de pleamar, ahora toca estudiar la bajamar.

La planificación

Lo suelo decir muy a menudo, por poca que sea, todas las fotografías llevan un mínimo de planificación. Para esta sesión lo primero que miré fue el tiempo y al ver que marcaba viento sur no dude, el viento sur suele traer unos bonitos y coloridos cielos. Una vez visto el tiempo y decidido que iba a Kantarepe era imperativo mirar la marea y el estado de la mar. No por que fuera a ser determinante para la foto final, ya que no sabía lo que me podía encontrar, más bien por seguridad, saber si está subiendo o bajando, la altura y fuerza de las olas, datos que pueden evitarnos sustos y disgustos.

No obstante, en esta primera toma de contacto me he mantenido alejado del agua, prefiriendo observar cómo entra el mar, cómo y dónde rompen las olas para así en futuras ocasiones poder acercarme más a la acción del agua.