Peña Redonda por Traslapeña.

En esta ocasión le toca a Peña Redonda. Pico situado en la montaña palentina. No es el más destacado de esta, pero si lo es de la comarca de La Peña, alcanzando casi los 2.000 m de altitud.

Para empezar a subirlo, tenemos que llegar a Traslapeña de la peña, que a su vez pertenece al municipio de Castrejon de la Peña, en la carretera que une Cervera y Guardo.

Una vez llegados a Traslapeña, atravesamos el pueblo y al final de este hay una pista que sube hacia la izquierda y que aproximadamente a 1 km nos lleva hasta un paso canadiense. Yo opte por dejar ahí el coche, aunque se puede pasar el paso y dejarlo justo al pie de la montaña.



La verdad que si no hay niebla el camino es evidente, tenemos la montaña delante de el morro. Llegamos hasta sus faldas y sólo hay que seguir los hitos de piedra que nos llevarán hasta la cruz que corona la cima.

Según vamos avanzando por la pista dejamos estos parajes a los lados.


Ya en la ladera, cuando subir aún no es duro.


Prácticamente desde el mismo sitio. Lo que pasa que al subir había niebla y la cámara la subí guardada, sólo la saque para ocasiones como esta ;D



A partir de aquí es donde la subida empieza a complicarse.


Aquí el amigo, que como tiene 4 patas sube a una velocidad endiablada y claro le sobra tiempo para tumbarse a la sombra a esperarme.


Últimos metros para alcanzar el collado y ya empieza la subida de verdad.

Un par de ellas que atestiguan lo jodido que se avecina.

Mirar para abajo mientras subimos, a parte de darnos unos segundos para tomar aire, nos insufla también algo de moral al ver que ya hemos subido un buen trecho.

Estos hitos de piedra colocados por todo el camino, nos van indicando la ruta. Al mirar hacia abajo vemos que ya hemos ascendido bastante.


Y por fin la cruz y la cima. Ahora a disfrutar de las vistas mientras me como un par de manzanas.




No estábamos solos, otros 4 montañeros hicieron cumbre antes que nosotros.


Hacia el sur tenemos la vista de todos los campos, un paisaje monótono cuando estamos abajo pero muy rico en contrastes visto desde arriba.

Los campos más de cerca.

Esta aún muestra restos de la densa niebla que encontré al subir.


Al norte y noroeste tenemos todo el mar de montes que nos ofrece la Montaña Palentina.






Hartza parece que no está cansado y mira hacia el infinito con ganas de hacer más monte.


Y ya toca bajar.