Montaña Palentina, por las inmediaciones de Cardaño de Arriba y Cardaño de Abajo

La fotoaventura de esta semana ha sido un tanto improvisada y sin apenas preparación. Hace ya unas semanas que habíamos hablado Jose Luis y Yo que si coincidíamos en Palencia este verano habría que salir a hacer algo. No es exacto que coincidiéramos allí pero como últimamente me agobia estar encerrado en casa cogí el coche y me casqué los 230 km hasta el pueblo de mis Aitas más otra tanda para acceder a la zona de Cardaño.

La aventura comienza en Buenavista de Valdavia que es donde por suerte tengo una cama, donde quede con Jose Luis para de ahí ir en un solo coche. De camino paramos en Cervera de Pisuerga para el avituallamiento (pan, salchichón y cervezas) y ya servidos enfilamos la Ruta de los Pantanos en el Parque Natural de Fuentes Carrionas.

La idea era hacer el atardecer en el pantano o embalse de Camporredondo para luego internarnos un poco en la carretera que conduce a Cardaño de Arriba y beneficiarnos de la oscuridad de la zona para atacar a la Vía Láctea.

La cosa es que según nos aproximábamos, el cielo se iba despojando de las pocas nubes que había y para rematar el embalse de Camporredondo estaba bastante seco. No pintaba un buen atardecer pero no habíamos ido hasta allí para nada. Así que paradita en el garito/refugio que hay en el Puente Agudín para tomar otra cervecita bien fría y ya de ahí bajar al embalse casi seco a ver que podemos hacer.

 Un fuerte sol se ponía a la izquierda del Espiguete mientras Hartza iba tanteando las gélidas aguas del río Carrión.

 El bajo nivel de las aguas y el fuerte sol del día cuartean la tierra en un mosaico natural sólo interrumpido por las pezuñas del abundante ganado de la zona.

Encuadrando 180º vemos que tímidamente el cielo quiere coger algo de color, pero tampoco hay mucho donde rascar.

Es entonces cuando decidimos que aquí ya no hacemos nada y que mejor ir a la zona de Cardaño de Arriba a buscar posibles encuadres antes de que se agote del todo la luz. Cuando llegamos vemos que los arroyos que surten al río Cardiel están más secos que la mojama lo cual siendo agosto y que este años no ha sido muy prolífico en nieves es más que lógico. Es entonces cuando nos ponemos a andar en busca de algo que pueda acompañar a la Milky que llevamos en mente, pero lo único que vemos es una roca bastante maja para aposentar las nalgas y dar cuenta del bokata. Mientras masticas y ves como la luz del cielo se escapa dejando paso a las estrellas es cuando te das cuenta porque te gusta este tipo de fotografía. Es algo indescriptible!!!

Conforme se va la luz, aparece la Vía Láctea, que espectáculo!!! es la localización que menos contaminación lumínica tiene de cuales he visitado este año y se nota, vaya si se nota!!!! Llegados a este momento a mi al menos me la pelan los encuadres. Si, intento que sea algo atractivo, pero no los pienso ni elaboro como si de otro momento se tratase. Me fascinan tanto las estrellas que sólo quiero darles todo el protagonismo. Espero que poco a poco sepa conjugarlas con otros planos de la fotografía.

Hasta aquí las Lácteas, ahora queríamos unos campos de girasoles y fardos de pajas bajo las estrellas. Para ello volvimos atrás y entre Renedo y Villaeles de Valdavia encontramos ambas cosas. No es fácil ver en la noche.

 Esa luz que se ve a la izquierda es la cámara de mi compañero agazapado en mitad de un campo de girasoles.

Y hasta aquí toda la crónica de esta inolvidable escapada. Ya preparando la próxima.