Sonabia y Oriñon

Este finde hemos decidido que tocaríamos la costa cántabra. El viernes atacamos al cargadero de Mioño pero el tiempo no nos dejó entretenernos demasiado aunque algo salió y el sábado escogimos Sonabia y acabamos en la cercana playa de Oriñon.

Esta vez salimos Joseba, Luis y Yo quedamos en Sonabia y nos acercamos hacia la "Ballena" pero la elección del encuadre por motivos de orientación de puesta de sol lo hicimos hacia el otro lado.

Caminando por el sendero llegamos a otra parte de este peculiar acantilado con unas formaciones rocosas más que curiosas. Formaciones de roca caliza erosionada por los elementos pero que deja ver rocas incrustadas en ellas de otro material, tipo arenisca. No entiendo mucho, algún geologo podría iluminarnos.

Bueno, pero a lo que íbamos era a afotar y no a dar una clase de estratos geológicos, enseguida vimos posibles encuadres y nos tiramos rocas pa´bajo.

 

 Este fue el 1er encuadre que se nos ocurrió. Un poco arriesgado y limitado y aunque el sol se ponía justo enfrente notamos que el acantilado nos tapaba parte de cielo que se presumía interesante.

 Es entonces cuando pasamos al 2º encuadre, volvimos a trepar y ya nos colocamos en terreno más amplio y "llano". Fue una lástima que a alguno no le diera tiempo a coger el sol poniendose por el monte Buciero ya en Santoña.

Una vez oculto el sol aún el cielo tenía color para regalar así que seguimos en posición durante un rato más. Para esta foto di unos pasos hacia atrás porque quería incluir una flor blanca que destacaba entre las lechugas.

Y sin variar de sitio dimos la vuelta a nuestras cámaras y y empezamos a buscar que hacer con la luna llena que asomaba entre las nubes. No había mucho donde rascar sin arriesgar el equipo así que permanecimos en la seguridad de la plataforma en la que nos encontrábamos.

Al límite del acantilado y en formato horizontal pude captar tanto la luna como la espuma de la rompiente.

 Y ya de Sonabia, cuando la noche ya había hecho presencia, optamos por ir a la playa de Oriñon. Desde donde estábamos no veiamos encuadres claros y un par de barcas pesqueras con unos potentes focos podrían complicarnos la iluminación. Una vez en la playa de Oriñon fue el reflejo de la luna en el agua lo 1º que llamo nuestra atención.

Las ondulaciones de la arena fue otro motivo que nos atrajo y en está foto intentamos plasmarlos apoyándolos en la diagonal de la ría  (donde por cierto alguien se hundió en la arena jejejeje) y en la roca de la derecha ya que la ballena que es la de la izquierda no me daba la vista para verla y menos con los focos de las barcas que mencionábamos arriba.

 Y como siempre pasa, cuando decidimos recoger nos ha sabido a poco y hay que intentar otra más. Esta vez le toco al monte Candina bajo las estrellas iluminado el conjunto con una luna al 99%

De aquí ya para casa que hay que dormir de vez en cuando.