Ermita Sta Katalina, Mundaka (Como se hizo)

Fotografía tomada minutos antes de que despunte el alba que por otro lado ha sido muy soso el amanecer.

 24mm, 20", f8, iso100

Pero bueno, me he divertido igualmente buscando composiciones equilibradas. En este caso con la ermita como núcleo de nuestro encuadre colocandola en el punto fuerte superior derecho que para verticales suele funcionar mejor ubicar ahí nuestro sujeto. Ahora buscaremos una entrada a la foto por la esquina inferior izquierda y esta formación rocosa que tenemos a los pies parece buena para ello, a parte de tener formas y texturas interesantes, crean una diagonal hacia nuestra ermita que obliga a ver la foto en esa dirección.

Ahora viene algo más complejo, equilibrar lo anterior con el resto de elementos secundarios:

Con el cielo no hay mucho problema, es bastante homogéneo así que compositivamente sólo juega un papel de relleno. Aunque si es cierto que si el claro que se sitúa encima de la ermita al estar un poco a la izquierda logra que tengamos una lectura de la foto más completa.

La exposición es larga, 20" así que a poco mar que haya nos garantizamos esa estela blanca donde rompe. Si la exposición sería más corta de entorno a 1", conviene esperar al momento en el que la ola estalle contra las rocas ya que esa estela nos apoya la composición y otorga mayor profundidad.

Ahora nos toca colocar el resto de rocas que salpican el litoral. Lo ideal es que no haya que cortar rocas con los bordes de los encuadres y por supuesto que no haya solapes. En este caso quizá un punto de vista más alto hubiera bastado para que el pico de la roca del 1er plano no se solapara con la base de la siguiente, pero lo escabroso del terreno me ha echado para atrás a la hora de andar subiendo el cuello del trípode y poner en riesgo la estabilidad de este, bastante en precario se encontraban sus patas.

Si miramos un poco más al fondo vemos una linea de rocas que se nos cortan en el borde de la foto, ohhhh!!!! hemos dicho que mejor no cortar, pero hay que sopesar opciones. Por un lado con un pelín de girar la cámara esa formación hubiese salido entera, pero la ermita se habría descolocado de su punto fuerte y fijaros en el espacio que hay entre ermita y borde de la foto y final del acantilado y borde de la foto contrario, es prácticamente la misma distancia y aunque no lo parezca crea un equilibrio visual bastante importante.

Hay veces que la luz del amanecer es efímera y nos obliga a trabajar rápidos sin mucho tiempo para pensar. Otras veces como esta la luz no es espectacular por lo que tenemos todo el tiempo del mundo para fijarnos en como funciona la foto haciendo interactuar los elementos encuadrados. Está ha sido mi interpretación, no dejéis de probar las vuestras.