Ojo Guareña y Puerto del Escudo

Buenas gente!!!

En esta entrada de hoy trataré de compartir con todos vosotros la salida que hicimos Luis, Joseba y yo a Ojo Guareña hará ya un par de meses con la idea de hacer unas fotos nocturnas en la Ermita de San Bernabe. Pero también queríamos aprovechar y hacer unas fotos en el sumidero de Ojo Guareña antes del anochecer.

Nos pusimos en camino con tiempo más que de sobra rumbo a Las Merindades haciendo una paradita para tomar un café. La ubicación no tiene perdida, es de fácil acceso y está muy bien señalizado. Así pues que llegamos, aparcamos el coche en la ermita, bajamos a esta a estudiar futuros encuadres y de ahí por un camino accedemos al riachuelo que debido a las escasas lluvias baja sin mucha agua.

Últimos resquicios del otoño

Se me colaron 2 bichos en el encuadre y viendo que eran reticentes a marcharse no tuve más remedio que hacer la foto con ellos.

Ya casi de noche y entre equilibrios descubrimos este encuadre.

 Ya de noche subimos a la ermita escavada en plena roca para donde yo tenía ya en mente estos 2 encuadres. Uno mostrando cielo y estrellas y otro desde más abajo cogiendo las 3 puertas de la fachada, apoyándome en ambos casos en las gradas de la derecha.

La iluminación es con linternas cálidas, el la 1ª foto un toque rápido a las gradas y simultaneamente yo subo corriendo a iluminar lateralmente la roca del fondo mientras Luis o Joseba le dan al suelo una pasada rasante. En la 2ª mientras Joseba pinta lateralmente la puerta de la derecha, Luis, que previamente le hemos mandado al fondo, se encarga de pintar la zona izquierda y yo le doy un toque a las gradas y hierba.

14mm, 30", f2,8, ISO 1600

14mm, 30", f2,8, ISO 1600

 Nos dimos por satisfechos en la ermita y subimos al coche. El amigo Luis se quedo a mitad de camino ha hacer un árbol que le había llamado la atención. Joseba y yo mientras esperábamos estuvimos mirando o más bien escuchando como probaban un BMW por la sinuosa carretera... llego Luis, nos comimos los bokatas e hicimos alguna foto a la carretera bajo un cielo de los de quitar el hipo y nos preguntamos "¿Y ahora qué?... hacia buena noche, el cielo tenía cada vez mejor pinta y no teníamos prisa, así que surgió la idea de la pirámide del Escudo. No estaba lejos...

Un poco de historia:

En 1937 en plena guerra civil española un cuerpo de voluntarios italianos participa en la batalla de Santander muriendo casi 400 de ellos intentando tomar el Puerto del Escudo (de las bajas españolas de esta batalla en ambos bandos no he leído nada, pero vaya que serían otras tantas). Al Franco se le ocurre la idea de construir una gran pirámide en lo alto del Escudo que sirva de mausoleo para los 372 cuerpos que allí reposarían. La entrada estaría presidida por una gran "M" en honor de Musollini y que a día de hoy a mi me recuerda a la "M" de gmail.

La historia no acaba aquí. En la década de los 60 familiares de los soldados aquí enterrados y soldados supervivientes de la batalla se acercan a este cementerio a rendir cultos a sus caídos pero quiere la fatalidad que el autobús en el que viajan se estrelle en el puerto del Escudo. Esto, sumado a que dicho puerto era por aquél entonces uno de los puntos negros de las carreteras españolas, crean una leyenda negra que amigos de lo paranormal aún siguen alimentando asegurando que el lugar está maldito y que las almas de los caídos aún siguen atrapadas en la fría noche.

Bueno, llegamos al sitio y rápido nos percatamos de que no estábamos solos.... no, no era nada inexplicable, había otro coche aparcado y se veían linternas en la estructura de hormigón. Eran una pareja de fotógrafos que habían ido a hacer lo mismo que nosotros pero que si habían tenido una experiencia extrasensorial. Nos contaba el chico un pelín alterado que había subido a iluminar a lo alto de la pirámide y alguien o algo le tocó la oreja a la vez que susurraba su nombre ¿Sugestión? ¿Realmente existen estos fenómenos? bueno, estas cuestiones las dejamos para Iker Jimenez y la nave del misterio ;)

La verdad es que llegas al lugar y es sobrecogedor, la construcción en medio de la nada ya de por si impone. La altitud hace que sea un entorno extremo lo que da lugar a una extraña ausencia de ruido. Aún se puede adivinar las formas de las trincheras y ello te hace pensar en lo putas que tuvieron que pasar los chavales metidos de lleno en una guerra que posiblemente ni entendían ni iba con ellos. ¿Quién me dice que 80 años atrás justo donde estoy pisando no se desangraba un soldado con las manos en las tripas llamando a su madre?.... es fácil que el lugar te sugestione.

La única experiencia sobrenatural que viví es que alguien (o sea yo) me movió el aro de enfoque y cuando me di cuenta de que la pirámide no estaba a foco ya me había cansado de este encuadre. Hicimos otra , ya con el foco en su sitio, con una especie de pompón luminoso cortesía de la pareja antes mencionada que se quedaron con nosotros, pero que no he procesado porque no me llega a convencer.

Luis hacia rato que se había ido a probar otros encuadres y nos lo encontramos haciendo esto. Una garita donde solo cabía un trípode y que tarde bien poco en echarle y fusilarle el encuadre. Aún con esas me gusta más su foto, encuadra un poco más a la derecha y tanto la ventana como la puerta nos hacen de marcos para el paisaje posterior, en la mia la puerta no funciona tan bien.

Mientras ellos acaban de hacer sus fotos a mi me llaman la atención estos arbolitos que parece que custodian la pirámide. Hago la foto desde donde estoy pero está todo muy lejos, me acerco y hago esta foto, me gusta más la distribucción de elementos pero se pierde un poco esa sensación de custodia.

Ya con Joseba y Luis vemos que el ciello tiene algo de nubes hacia el otro lado así que cambiamos el encuadre. Las nubes me dan la sensación de almas sobrevolando el mausoleo y decido hacer una foto sin iluminar el suelo.

Antes de irnos hacemos una exposición larga para hacer circumpolar y porque las nubes fugando pueden dar juego, pero estas últimas desaparecen y el frio viento nos disuade de hacer los más de 15 minutos de foto que la reciprocidad nos marcaba.

 Y hasta aquí la fotoaventura. Es muy posible que volvamos a visitar esta pirámide!!!