San Vicente de la Barquera, el faro boya de La Barra

San Vicente de la Barquera, 14mm, 30", f8, Iso 400

San Vicente de la Barquera

 San Vicente de la Barquera es un municipio asentado en la costa oeste de Cantabria, pero como ya hay mucho escrito en la web sobre San Vicente de la Barquera mejor os dejo un link a la página del ayuntamiento de San Vicente de la Barquera y buceáis vosotros mismos por la información que por allí abunda.

 La verdad que San Vicente de la Barquera es uno de los municipios cántabros con más encanto, pero nosotros no fuimos a hacer turismo, no. Fuimos a hacer la foto al conocido como faro/boya de La Barra de San Vicente de la Barquera.

¿Y por qué esta fotografía?

 Y porque no ¿Verdad?

 Bueno, yo creo que para empezar, todos los que vivimos en la costa o cerca de ella, sabemos valorar el mar, apreciamos poder verlo a diario o casi a diario y sabemos lo privilegiados que somos por ello. Para no enrollarme mucho y no pecar de demasiado moñas, vamos a dejarlo en que el mar es todo un espectáculo.

 Entonces no es de extrañar que a aquellos que disfrutamos de la fotografía de paisaje, busquemos repetidamente plasmar el mar en nuestros sensores. Luego cada paisajista tendrá sus preferencias, algunos buscarán mares embravecidos, otros paradisíacas playas, agrestes acantilados o vaya usted a saber... Pero hay un elemento marino que nos atrae a todos y ese elemento es El FARO. Así que tarde o temprano todos acabamos fotografiando algún faro.

Faro de Illa Pancha en Lugo. Otro ejemplo de fotografía de faros. Os dejo el enlace a la fotoaventura por tierras asturianas.

Pero hay un elemento marino que nos atrae a todos y ese elemento es El FARO. Así que tarde o temprano todos acabamos fotografiando algún faro

El faro boya de San Vicente de la Barquera

 Hacía tiempo ya que sabía de la existencia de este faro gracias a Natalia Aguado, dicho ya de paso, una de las fotógrafas de paisaje actuales que más me gustan ya que en su fotografía hay una mezcla de buena composición, mucha creatividad (lo cual no es fácil en fotografía de paisaje) y momento idóneo de luz. Os dejo enlace a su blog IrreBerente Fotografía y vais disfrutando de su peculiar visión.

 La cosa es que era viernes y queríamos hacer alguna salida fotográfica. El cielo en Bilbao era bastante gris, en el norte de Burgos parecido y en Santander aún era peor el pronostico de nubes. Pero en San Vicente de la Barquera curiosamente estaba despejado lo cual hizo que nos decantáramos por San Vicente sin dudarlo un instante. Llamamos a Natalia a ver si nos acompañaba pero no pudo ser, aunque si nos explico realmente bien como llegar, dónde aparcar e incluso como ir luego al molino del Bolao.

 Haciendo la foto

 Aún sabiendo que es un encuadre más de amanecer (volveremos) nos fuimos al atardecer, la marea estaba subiendo y el oleaje era suave. Todo esto lo habíamos planificado previamente.

 Ya en el sitio veía como la marea, tímidamente iba cubriendo rocas, sobre todo por la derecha. Por la izquierda veía dos lineas de roca algo más elevadas que la marea aún no cubría y que iban directas al faro boya. Lo que hice fue ajustar el encuadre por la izquierda en torno a esas rocas, colocando el faro en el tercio izquierdo y con la ayuda de una exposición larga, crear ese manto de agua blanca en el lado opuesto generando así un alto contraste.

 Ahora bien, que nadie se engañe, esta foto desde mi posición y con la focal usada es imposible. A los dos lados de la foto hay sendas lenguas de tierra, por la izquierda el faro de San Vicente de la Barquera y por la derecha pues un saliente de tierra. Yo no quería ninguno de los dos en mi foto y los he clonado (ya hablaremos de esto en posteriores entradas). De hecho no he sido muy fino y si os fijáis bien en el horizonte se puede llegar a apreciar.

 Dejo también una foto en vertical donde si pude librar esas lenguas de tierra.

 Recogiendo el tenderete

 Se aprecia alguna nubecita en el cielo ¿Verdad? Pues nada, enseguida se esfumaron y el faro boya de San Vicente de la Barquera no daba más de si esa noche. Recogimos los bártulos y nos fuimos a cenar algo a un bar que nos pusieron una parrillada más seca que una suela de una bota, eso si, la chica que nos atendió, muy maja.

 De ahí llegamos al Bolao que con las explicaciones que nos dio Natalia llegamos sin problema. La cascada bajaba con una cantidad de agua impresionante, vadeamos el rio de noche con el agua casi hasta los mismísimos y a la cantidad de spray que generaba el agua al caer le teníamos que sumar la mala posición de la luna. Yo no supe ver la foto, aún así se me ocurrió hacer esta que os muestro a continuación, para el taller de paisaje nocturno que estamos preparando en Sonymage y que allí explicaremos el día 9 de junio.

Y hasta aquí esta fotoaventura de hoy. ¡¡¡Nos vemos la semana que viene!!!!