Azkorri. Azar e improvisación.



Playa de Azkorri. 14 mm, 1/4", f6.3, ISO 500, ND 6 stops.

 ¿Tenemos absoluto control sobre nuestras fotografías? ¿Cuánto dejamos al azar? ¿Hasta qué punto somos capaces de reaccionar e improvisar?

 Estos interrogantes me vinieron ayer a la cabeza mientras veía ya en casa las fotos de la sesión de Azkorri del sábado a la tarde. ¿Por qué? Ahora mismo os lo cuento y os hago participes de mis pensamientos.

 Quiero empezar diciendo que esta foto de arriba es para mi mi foto del día y ese mismo sábado hemos estado en 3 localizaciones diferentes que luego os mostraré. De momento decir que la foto que estuve haciendo en Azkorri es la que veis inmediatamente debajo de estas líneas.

Playa de Azkorri. 14 mm, 30", f9, ISO 64. ND 6 stops.

 ¿Distintas, verdad? La diferencia más significativa entre estas 2 fotos es el tiempo de exposición usado.

 Ya sabéis que esto de la fotografía va por momentos, estados de ánimo, etc. Hoy te gusta de una manera y mañana de otra. A mi últimamente me está apeteciendo alargar las exposiciones y dejar el mar completamente sedado, en calma... No me preguntéis porqué, pues no tengo más razón que el hecho de que me apetece y en esta ocasión en Azkorri así fue también.

Comenzamos la sesión.

 Llegamos Joseba y yo a Azkorri a hacer el atardecer, sin tener muy claro que marea había, ni en que estado se encontraba el mar. La marea nos daba un poco igual, siempre se puede rascar algo en Azkorri y además es nuestra playa comodín. Y el estado del mar, bueno, es un dato que siempre hay que conocer, pero partimos de que en Azkorri siempre hay que extremar las precauciones y ser prudentes. Es una localización a la que hay que tener respeto.

 Nos encontramos con que había media marea y estaba subiendo. El mar, aunque entraba con fuerza, rompía lejos y a la orilla llegaba bastante "domado". Ojo los de secano que el Cantábrico te la lía en un momento.

 En la búsqueda de algún encuadre, nos gustó el que vemos en la foto. La plataforma sobre la que estábamos era bastante segura y poco a poco la marea iba llegando a nosotros cubriendo la oquedad que se aprecia en primer plano a la derecha y ordenando un poco el caos de rocas. Calcé el ND de 6 pasos y ajusté los parámetros para hacer una exposición de 30 segundos. Conforme bajaba el sol e iba pintando el cielo, también subía la marea llegando tímidamente el agua hasta nuestros pies. La foto que tenía en mente estaba cogiendo forma.

 Una vez que paso el punto álgido de luz cerré un poco más el diafragma y alargue la exposición hasta un par de minutos para lograr más movimiento en las nubes también. Hice un par de disparos y me di por satisfecho. Cogí el trípode y me fui saltando de roca en roca hacia la zona seca donde había dejado la mochila. Fue entonces cuando eche la vista atrás y vi como una serie de olas inundaban la plataforma donde había estado unos segundos antes cubriendo los pies de mi compañero. Sin haberlo buscado, el azar me estaba ofreciendo la foto del día!!!!

Aprovechando el momento.

 Volví a aposentar el trípode, estaba visualizando la foto; Joseba aguantando estoicamente los envites del Cantábrico con las últimas luces del día, podía ser la descripción de la foto. Pero ver la foto mentalmente no quería decir que estaba todo bajo control. Ni mucho menos. La situación, lejos de estar dominada, hacia aguas por todas partes.

 Para empezar Joseba se solapaba con la roca del plano medio, lo que me obliga a desplazarme hacia mi izquierda, a un terreno menos estable al que empieza a azotar la marea.

 El sol hace rato que se ha puesto y los colores se están desvaneciendo, queda muy poco margen.

 La marea está subiendo y llegando cada vez más fuerte a nuestro modelo, el cual como es lógico empieza a incomodarse. Le pido que aguante un poco.

 La luz ha bajado ya bastante y tengo puesto un ND de 6 pasos!!!! Por supuesto ahora no quiero una larga exposición, la idea es captar el movimiento del agua pero de manera que se note el oleaje, como en esta foto, mostrando la fuerza y el dinamismo del Cantábrico. Una velocidad de 1/8 hubiese estado bien.

 La mochila esta a varios metros y no estoy muy bien aposentado, así que decido dejar el filtro puesto. Encuadro como buenamente puedo y ajusto la velocidad de obturación a 1/4 de segundo que puede aportarme ese dinamismo que busco y como esa velocidad y el filtro van a dejar pasar muy poca luz, abro diafragma y subo el ISO.

 Esperamos a que el mar vuelva a entrar y disparo. La foto quizás ha quedado un poco oscura, por lo que tendré que solucionarlo en el revelado. Tocaba ya recoger e ir a otra localización a hacer nocturnas.

 ¿Qué lectura sacamos de esta entrada?

 La idea es darle algo más de importancia o presencia a la improvisación con el fin de tener entrenada la capacidad de reacción y así cuando el azar nos regale una situación favorable pero efímera, podamos sacarle el máximo partido.

 Está muy bien planificar para tener el dominio sobre nuestras fotografías, pero cuando hablamos de fotografía de paisaje, el azar también juega un papel importante.

 Para despedirme, os dejo la fotografía que hicimos después en la Cantera abandonada de Atxarte:








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