¿Son un "truño" mis fotografías?

 

El término "truño" no esta reconocido por la RAE, si otros vocablos como "zurullo" o "mojón" que son sinónimos de este y vienen a hacer mención a la materia sólida de desecho creada por el aparato digestivo, lo que viene a ser la mierda de toda la vida...

Dejando definiciones de lado, me voy a meter hoy en un jardín de esos que de vez en cuando me gusta pisar. El jardín de la autocrítica fotográfica.

De vez en cuando, pasa por nuestro grupo de fotografía, Click Taldea, el último trabajo de algún compañero fotógrafo que nos ha gustado a alguno y lo compartimos en el grupo. Pero también a veces nos hacemos eco del último truño que ha subido algún pseudo pro de los que andan pululando por la red. 

He llegado a la conclusión de que a estos "Pros" la crítica y la autocrítica no les aporta nada en absoluto, su trabajo es hacer buenas campañas de marketing y mantener el flujo de palmeros tras ellos. La fotografía es solo un medio.

Si seguimos viajando por la red buscando, viendo, disfrutando de fotógrafos y fotografías, descubres también verdaderos truños, escenas que rozan el mal gusto o que incluso lo sobrepasan, imágenes con una dejadez técnica que hasta duele verla o la famosa herramienta de cambiar cielo que esta generando unas incoherencias de luz y unas fusiones algo bastante llamativas, y no para bien. Y entonces te preguntas: ¿Esta gente, no sabe lo que es la autocrítica?

Para predicar con el ejemplo, vamos a tomar de muestra la fotografía de cabecera haciendo un pequeño análisis viendo tanto virtudes como defectos.

Empezaré diciendo que tras encontrar un ejemplar de seta que me convenciera, y ya hemos empezado a hacer una especie de autocrítica, ya que no nos vale la primera seta que se nos cruce en el camino, he creado un escenario en torno a ella para mi bastante satisfactorio. Los pesos de este escenario están equilibrados y he logrado un contraste de colores  armónico y llamativo. El fondo también es de mi agrado, suave y con los círculos de luz buscados.

Esta sería la parte positiva de la autocrítica. Hemos valorado lo que nos gusta y lo que funciona, lo cual nos vendrá bien para poder aplicarlo en futuras ocasiones. 

Ahora toca valorar y analizar que no nos gusta, donde hemos fallado o que se podría mejorar. En este caso veo dos puntos muy claros que no me satisfacen y son

• La tierra sobre la seta. Aunque la limpié antes de hacer la foto, opté por dejar algo de suciedad con la idea de darle más naturalidad. Una vez visualizada en el ordenador no me ha gustado el resultado, incluso he tenido que clonar algo de tierra sobre la seta, algo que hubiera preferido no tener que hacer.

• La iluminación de la seta. Me ha quedado plana en exceso dejando a nuestro ejemplar un tanto anodino. No he podido o no he sabido hacer que la luz haga que nuestra seta sea más vibrante, algo que tendré que prestar más atención la próxima vez.

De eso trata la autocrítica, de valorar pros y contras  para que nuestras siguientes fotografías puedan ser mejores. Y de sopesar esos pros y contras para decidir si nuestra foto es un truño y la tenemos que mandar directamente a la papelera de reciclaje. Esta vez pienso que los pros pueden más que los contras y doy a la foto por buena.

Para acabar, decir también que las RRSS son también un buen recurso para saber hasta que punto nuestras fotos son un truño. Decía el otro día un compañero fotógrafo, que en plataformas como Instagram, los usuarios no perdonan los truños, si tu foto no gusta no hay corazoncito que valga. Esto quiere decir que todos tenemos un público que valora nuestro trabajo y si ese valor decae bastante es que nuestro público nos está diciendo a gritos que nuestras fotos son un truño!!!