Arco de la vía láctea desde la Sierra de Urbasa

 

Panorámica de 6 fotografías en el borde de la Sierra de Urbasa

¡¡¡Lo que son las cosas y hasta que punto estamos llenos de incoherencias!!! Si esta fotografía la hubiese hecho hace unos 8 años, que es cuando empecé a fotografiar la vía láctea, hubiese aplaudido hasta con las orejas. Un par de años después quizás hasta hubiera desechado la localización por exceso de contaminación lumínica, buscando cielos más oscuros que me permitiesen una vía láctea más marcada.

Hoy, en el verano de 2022, mis prioridades son otras, o quizás son las mismas pero con la introducción de algún matiz. Creo que me he vuelto algo más exigente con lo que fotografío que en ese 2014 o 2015, pero a la vez soy más laxo en cuanto a espectacularidad se refiere.

Vistosidad del arco de la vía láctea

Ya de por si contemplar las estrellas es un espectáculo para la vista, ¿verdad? Si incluimos la vía láctea la vistosidad es aún mayor y si además lo hacemos en un cielo alejado de la contaminación lumínica conseguiremos mayor detalle y mayor impacto en nuestras fotografías.

Una buena manera de pensar y de plantear nuestras salidas fotográficas, positiva, no cabe duda, una foto impactante suele ser sinónimo de una foto exitosa, tanto para nosotros, como para el público en general.

Pero, ¿necesitamos realmente que todas nuestras fotos tengan una vía láctea impactante? Cada cual se tendrá que responder a si mismo. Yo, a día de hoy, aunque hubiese preferido un cielo más oscuro que detallase más ese arco de la vía láctea, le doy más importancia a todo el proceso de elaboración y resultado final. Hablaremos de ello en otra entrada. Lo que si os cuento a continuación es el proceso que me ha traído hasta esta foto.

Arco de Portupekoleze, sierra de Urbasa

Retrocedemos hasta Semana Santa de este 2022, en una de sus tardes convencí a Mer que me acompañase a dar una vuelta para buscar localizaciones con la idea de fotografiar campos de colza. Fuimos a Navarra, algo vi, pero una idea que llevaba ya preconcebida no iba a poder ser este año ya que las tierras que rodeaban a una ermita estaban en barbecho.

Al volver a casa pasamos por el puerto de Lizarraga. No lo conocía, pero me gusto el entorno, por lo que al llegar a casa me puse a investigar la zona con Google Earth, encontrando el arco de Portupekoleze, un arco natural de piedra caliza. Investigué también hasta que punto estaba explotado por otros compañeros fotógrafos, llevándome la agradable sorpresa de que no demasiado. He de decir que me tiene algo alicaído el hecho de que tengamos todos el mismo encuadre del mismo sitio...

Guardé la localización en Maps y a esperar al momento más favorable. Momento que llegó el fin de semana pasado. Cielos despejados, sin luna y con ganas.

La idea era ir de día y reconocer bien la zona, por mucho que planifiquemos y recorramos en Google, a día de hoy no es comparable a estar in situ. Un compromiso familiar retraso mi salida hasta tal punto que ya tenía pensado no ir. Al llegar a casa y no encontrar aparcamiento cambié de idea, deje el coche en doble fila, subí a por la cámara y un bokata y al lío.

Llegue de noche. Esperaba ayudarme con Google Maps para recorrer el kilómetro que separa del estacionamiento que hay junto a la Venta de Lizarraga del arco de Portupekoleze, pero la cobertura no quiso ayudar, así que tiré de memoria y eché a andar por lo que ya había recorrido previamente en casa, desde la silla del ordenador.

Subida suave, sin señalizar, pero muy intuitiva, llegué sin percance alguno. Una vez en el arco, extremar las precauciones para no meter la pata en algún agujero.

Llegué en el crepúsculo astronómico, aún faltaría alrededor de media hora para la noche cerrada, bajé al arco e hice unos disparos. Seguido subí arriba para ver si localizaba la vía láctea.

En ello estaba cuando llegaron 3 compañeros fotógrafos, muy majetes, con los que estuve charlando unos minutos. Mientras hablábamos vi a mi espalda el arbolito que veis en la foto y pensé que podía tener foto.

 

Hasta allí me acerqué, al borde del cortado, y me gustó lo que se veía.

 

El "problema", pues que había mucho que abarcar y la movilidad un tanto reducida. La solución, fácil, armar una panorámica. 6 fotografía para la que encabeza la entrada y 8 fotografías para la que os muestro a continuación:

 

 También me gustaba el árbol seco, por eso decidí hacer una pano incluyéndolo, otra sin él y otra más, que es esta que acabo de poner, mostrando también parte de la roca de la derecha.

Ya para ir acabando, añadir que al borde del cortado soplaba mucho viento, trataba de disparar las fotos en las que salé el árbol cuando este amainaba, pero aún así en el transcurso de los 20" que duraba cada foto volvía a soplar.

Recapitulando.

 

•  Me ha gustado mucho el sitio por lo que he de volver de día, con tiempo para ver todas sus posibilidades fotográficas.

• La contaminación lumínica es algo fuerte, pero no solo de estrellas vive el fotógrafo nocturno.

• No está lejos del coche, pero a la vez no está a pie de carretera.

• Si bien el arco de Portupekoleze no está muy explotado a nivel fotográfico, si que hay bastantes cromos iguales de él. (Yo también hice el mío). Pero no cabe duda que el lugar ofrece encuadres originales, por más que he mirado no he visto nada parecido, hecho en esta localización, a estas dos panorámicas.

Y ahora ya si, me despido hasta la próxima fotoaventura!!!!