Nacimiento del Río Asón
Primeros metros del río Asón, Cantabria. |
La fotoaventura de hoy nos ha traído hasta el Parque Natural de los Collados del Asón, que es donde nace el río Asón, desembocando unos 50 kilómetros más abajo en el Parque Natural de las Marismas de Santoña, ambos en Cantabria. Un paraje de una belleza incalculable, que bien seas amante de la fotografía de paisaje o simplemente gustas de pasear por entornos naturales, no te lo puedes perder.
En esta ocasión he tenido el placer de acompañar a este maravilloso lugar que es el nacimiento del río Asón, a mis compañeros de UK Foto, por lo que además de relatar detalles relevantes sobre la fotografía y la localización, voy a redactar también la primera UKrónica de muchas más que vendrán después.
Empezamos con la UKrónica
Tras un par de semanas con lluvias, no muy fuertes, pero si persistentes, los necesitados cursos de agua han ido llenándose dando lugar a las cascadas y saltos de agua que tanto nos gusta fotografiar. A mitad de semana o así, un compañero de UK Foto, Rubén creo, propuso ir el sábado al nacimiento del Asón. Yo, aún sabiendo que tenía tareas pendientes para ese día, no me lo pensé y me apunté para acompañar a otros 4 compañeros: Ander, Eder, Oscar y Rubén.
Si bien la previsión del tiempo para fotografiar una cascada entre árboles no es determinante del todo (aunque siempre hay matices al respecto que cambian totalmente los resultados), si que la miré y me formé un disparo previo, ya que se anunciaba viento sur y un porcentaje de nubes de un 40%.
Con esa premisa adelantamos la hora de salida 30 minutos, en vez de a las 6:30 salimos a las 6:00 A.M. y fotografiar así el posible golpe de luz en el cielo sobre la panorámica del Valle del Asón.
Llegamos todos puntuales al punto de encuentro, nos barajamos en un par de coches y llegamos al Nacimiento del Asón. Encontramos nuestro primer punto de disparo en la linde de un terreno particular que tratamos de respetar e hicimos esa primera fotografía del Valle del Asón como protagonista y la cascada como punto singular. Sin apenas molestarnos unos a otros hicimos nuestros primeros disparos mientras esperábamos ese ansiado golpe de luz, que aún a sabiendas de que no disparábamos en la dirección adecuada, ya que encuadrábamos hacia el Norte, si que confiábamos que unas tímidas nubes cogieran el suficiente color. No hubo mucha suerte.
Una vez satisfechos, o convencidos de que poco más había para rascar desde ese punto, nos fuimos a la base de la cascada.
Ya en la cascada nos encontramos con un terreno rocoso y escarpado por el que parece que el agua discurre de una manera totalmente anárquica, aunque seguro que ya se ha buscado el mejor camino para llegar al mar, su destino principal.
Distribuirnos 5 personas por ese terreno tan abrupto y no molestarnos se convierte en una tarea difícil, por no decir en misión imposible, en la foto que abre la entrada he tenido que clonar a un compañero. Otra opción es usarnos como elementos compositivos como hizo Eder. Yo hice esta fotografía y de inmediato me retiré a hacer experimentos entre los árboles. Si consigo sacar algo decente ya lo iré mostrando, de lo contrario acabará olvidado en lo más recóndito del disco duro o en la papelera de reciclaje... Después, con la cascada más despejada, probé otro par de encuadres y para el coche.
En este tipo de salidas siempre hay alguna anécdota, mientras andaba yo probando cosas en el bosque, se oyó un grito elevarse por encima del estruendo de la cascada, me di la vuelta y vi a algunos de los compis que seguían a lo suyo por lo que no era nada grave, supuse que alguien había metido el pie en el agua. Y así fue, alguien metió los dos pies en el agua protagonizando la anécdota de la mañana. Esperemos que no te hayas resfriado!!
Vamos con los detalles de la fotografía de la cascada del río Asón
Fotografiar en estos entornos boscosos siempre es complicado, resumiendo podríamos decir que hay numerosos elementos que compiten entre si por el protagonismo en la foto y no siempre vamos a ser capaces de ordenarlos para crear una composición mínimamente aceptable. A continuación os contaré lo que he hecho con lo que me he encontrado y vosotros juzgaréis el resultado.
A parte de las habituales piedras, ramas aéreas, ramas por el suelo, árboles que se solapan etc etc, en esta localización nos encontramos con otro par de adversidades, el fuerte spray que vaporiza los alrededores de la cascada y la dificultad de moverse por el terreno.
El spray
Se soluciona en parte alejándose de la cascada, aunque a veces el viento te trae una andanada de agua si no te alejas lo suficiente, y si lo haces pues se pierde en el fondo parte de la cola de caballo. Hay que buscar ese punto intermedio. Por otro lado, a falta de niebla, que siempre es un aliado para componer en los bosques, me he apoyado en el spray de la cascada para lograr algo de atmósfera nebulosa y restar así protagonismo a los elementos del fondo.
El terreno
Muy escabroso y con fuerte desnivel. Esto hace que sea complicado desplegar el trípode y moverse en busca del mejor ángulo. Ya hemos visto hace unos párrafos como las botas de agua tampoco son garantía de una mejor movilidad. Este desnivel en la primera etapa de un joven río Asón, nos obliga a encuadrar también desde dentro de la acción lo que nos da unos márgenes muy ajustados, siempre con elementos que nos gustaría desahogar un poco más. Fijaros en la roca del primer plano, la de las hojitas, un pasito para atrás y lo hubiésemos clavado, pero no podía ser ya que no había opción de dar ese paso hacia atrás.
Para no encajonar el encuadre y mostrar en medida de lo posible el ímpetu del río Asón en pos del mar, le que he hecho ha sido armar una panorámica de 6 fotografías verticales para captar todas las lenguas de agua que bajaban entre las rocas.
El tiempo de exposición
Factor clave para este tipo de fotografía ya que va a ser el que determine la cantidad de efecto seda que obtengamos. Para esta fotografía lo he dejado en medio segundo y he de decir que no me convence del todo. Disparé también a 1" y a 1/4" y tampoco estoy satisfecho de los resultados. La razón es que el agua discurre por la roca con distintas intensidades por lo que hay zonas que quedan demasiado congeladas y otras con las sedas muy pasadas, sin texturas.
Y creo que no hay nada más que contar, esperando ya al fin de semana que viene para generar otra fotoaventura!!!
Magnífica crónica, Patxi. Mi aplauso.
ResponderEliminarGracias Mayte!!!!
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