Cascada de Pedrosa de Tobalina o Cascada del Peñón

 

primer plano ocupado por las raices de un arbol en el agua y al fondo envuelta en niebla la cascada de pedrosa de tobalina con la fuerza del agua tras varios días de lluvia
Cascada de Pedrosa de Tobalina

Semana dura ésta semana pasada en el trabajo. Nos ha pillado un tejado empezado por todas partes y sin acabar por ninguna y al final me ha tocado trabajar debajo del agua encima del tejado. Resbalones, tensión, malestar, incomodidad... Pero ante eso, yo estaba pensando en el fin de semana, en como se iban a llenar los cauces de ríos y arroyos y en como la iba a gozar fotografiando los saltos de agua y cascadas que tanto nos gustan a los fotógrafos de paisaje.

Por otro lado, me apetecía darme un paseo en coche por el norte de Burgos. En principio tenía pensado ir a la cascada de Las Pisas, cerca de Soncillo, pero también quería ir con Perrito y es una ruta de casi 4 kilómetros ida y vuelta. Demasiado quizás para sus patas. Rebuscando por la lista de lugares de interés que tengo guardada, apareció la cascada de Tartalés de los Montes.

Y para allí nos fuimos. Con una previsión de frío extremo y nieblas nos plantamos en la carretera. Subir Peña Angulo y todo cambió. Nieve a los lados de la carretera, nieblas densas y el termómetro no dejaba de bajar. No llegué a San Pantaleón de Losa y el termómetro ya marcaba -7º C. Me acojoné y di la vuelta. Pensé que en Monte Santiago quizás podía fotografiar algo, algún árbol con niebla o algo de nieve. Además Perrito podía hacer la croqueta, que tanto le gusta, en la nieve. Nada, en Monte santiago hacía una mañana muy soleada, estaba bastante lleno de gente y la nieve dura como el granito, cosa que a Hartza no le hizo mucha gracia, aunque se comió varios sorbetes de ella.

En este punto me encontraba, sopesando si bajar el Puerto de Orduña o volver a Peña Angulo y si las condiciones habían cambiado algo, seguir hasta Tartalés de los Montes.

Metido de nuevo en el banco de niebla iba notando que este no era tan denso, así que desaborté lo que antes había abortado. Me dije a mi mismo que si la cosa se ponía muy Mordor, tenía por el camino la cascada de Pedrosa de Tobalina que seguro bajaba bien de agua. Iba entrando y saliendo de la niebla hasta que llegué a Pedrosa. Se encontraba cubierto por una espesa niebla, demasiada diría yo, por lo que seguí mi camino pensando que a la vuelta quizás habría algo menos de niebla y pillar, tal vez, una atmósfera de esas de fábula...

Llegué a Tartalés, sin niebla, con algo de nieve y con el asfalto que patinaba al andar, con el coche bien. Hice las fotos de rigor, nada reseñable. Me comí un bocata de una especie de cachopo de cerdo que mi mujer había hecho para mis hijos, y yo como buen padre, pensando en que tengan una alimentación saludable, me lo metí entre pecho y espalda. Bueno, que me volví a la cascada de Pedrosa de Tobalina.

La niebla se había disipado algo. Bien!! El mirador estaba vallado. No vi nada estropeado, ni deteriorado, no se apreciaban obras. Quizás estaba cercado para evitar que alguien se mate haciéndose un selfie.

Bajé a la playa y me encontré un árbol y sus raíces y una cascada con muchísima fuerza. Con eso, la niebla y limpiando el spray que se acumulaba en el filtro, me entretuve un rato y salvé la mañana por tierras burgalesas.

Datos de la foto:

14 mm, 0,5", f11, Iso 64, ND 3 pasos.


Comentarios

Decora tu espacio con fotografías únicas e irrepetibles

Todas las fotografías del blog están disponibles en formato digital a máxima resolución o en el formato físico que desees, papel, dibond, lienzo, metacrilato... Consultanos en: reformaspatxi@gmail.com O si prefieres por Wassap: 678 011 894

Entradas populares de este blog

Variantes del peso muerto

Playa de la bola (Algorta)

Ruinas y entorno del Molino de Belandia. Cómo se ha hecho.