La Lora, extrayendo estrellas

14mm, 30", f2.8, ISO 3200

Cuando apenas quedan días para que el centro galáctico sea visible en nuestro hemisferio o lo que es lo mismo, lo que para algunos será el comienzo de la temporada de vías lácteas, se me ocurre que podríamos ir abriendo boca con una entrada sobre estrellas.



La fotografía pertenece a una salida que realizamos Luis, Joseba y yo en mayo de 2017 a los pozos de petróleo de la Lora. Creedme, aunque estuviéramos en primavera, el frío era brutal. A pesar de ello, soportamos estoicamente el gélido aire del páramo de La Lora y pasamos toda la noche fotografiando estrellas.


Planificar o no planificar…

Sobre esta salida, tendría poco más que señalar. Lo que sí es cierto es que aunque suelo insistir en la importancia de planificar las salidas (especialmente en salidas nocturnas para fotografiar estrellas), hoy voy a proclamar lo contrario: a veces puede ser interesante improvisar.



Debo decir que cuando vayamos a hacerlo, algo de planificación será esencial como punto de partida para regresar con material interesante en nuestras tarjetas. Nosotros sabíamos que el cielo estaría despejado y que, por lo tanto, las estrellas estarían expuestas y visibles. También conocíamos la fase lunar y a qué hora se escondería ésta. Sin embargo, la localización que escogimos para fotografiar el centro galáctico y todas las estrellas circundantes no era, ni mucho menos, ésta.


Mis dos acompañantes tenían la intención de fotografiar las estrellas junto a los aerogeneradores del páramo de Masa. Yo, tras indagar un rato en la red, me había decantado por un primer plano de la estatua de Félix Rodríguez de la Fuente  y un lobo con la vía láctea y sus estrellas de fondo.

La primera sorpresa me la llevé al pasar por Poza de la Sal  e intuir que en la entrada del pueblo se hallaba la estatua que yo creía arriba, en el páramo. Es decir, al llegar al mirador donde se suponía que estaba la estatua, ¡no había  nada! Sólo frío y estrellas.

Tras una infructuosa búsqueda con linternas y con los faros del coche, caí en la cuenta de que había visto la estatua en el pueblo. Así que quedaba el plan de mis compañeros como “plan B”: los aerogeneradores. Sin embargo, no nos gustó. Tocaba improvisar y así lo hicimos. La Lora y sus pozos de petróleo no estaban lejos y decidimos aproximarnos a extraer estrellas.