Brihuega y sus campos de lavanda

Panorámica de un campo de avena en Brihuega.

Pues así somos. No se si es cosa de los de Bilbao, o tal vez es tema de cromosomas y es verdad aquello de Dios los cría y ellos se juntan. La cosa es que nos cascamos los casi 400 kilómetros (de ida) que hay de Algorta hasta Brihuega para fotografiar los campos de lavanda y acabamos metidos en un campo de avena. Pero siendo fieles a la verdad, esta especie de anarquía empieza a ser parte de nuestra idiosincrasia. Salir de casa dirección Pirineos y acabar en Cáceres (Qué susto se debió de llevar mi difunta Tía cuando un barbudo le toca la puerta y le dice que es su sobrino al que no ve desde hace casi 40 años). O el fin de semana que nos fuimos a fotografiar por las tierras de Soria y acabamos bastante perjudicados en una fiesta popular.

Estas son algunas de nuestras anécdotas. Y aunque hay gente que ha venido alguna vez con nosotros y se ha llegado a "enfadar" por esa especie de descontrol, esto es parte de nuestro modus vivendi fotográfico. Aunque también es cierto que de entre todo ese "caos", alguna foto también traemos.

No me voy a enrollar mucho, baste decir que estos preciosos campos de lavanda se encuentran en Brihuega, en la provincia de Guadalajara y que son en si todo un espectáculo. Lo cual queda demostrado por la afluencia de gente que hasta Brihuega se acerca este mes de julio para ver la lavanda en flor.

Pensábamos que este año por el tema del Covid 19 quizás hubiera menos gente. Nada más lejos de la realidad, aún así pudimos disfrutar de los campos de lavanda y de la fotografía.

El lugar se presta a dejar volar la imaginación para crear composiciones como la de la fotografía siguiente a la que titularemos Brihudilla

Y me despido hasta la semana que viene en la que tendremos una entrada especial. Yo ahora me voy a buscar otro campo de lavanda por otras provincias...