Baches en el camino fotográfico. Experiencias y anécdotas.

 

Cuéntanos cuales han sido tus baches fotográficos.

En los más de 10 años que llevo recorriendo este magnífico camino fotográfico he notado que en ocasiones aparecen baches. Es un camino bonito, lleno de ilusiones, conocimientos, continuo aprendizaje, etc. En resumen, es un viaje de infinitas paradas de las cuales siempre sale algo bonito o al menos enriquecedor. Aunque en todo camino, por muy bien asfaltado que esté, siempre va a surgir algún bache. Falta de inspiración, problemas con el equipo, imposibilidad de cumplir unas expectativas marcadas, son algunos de estos baches, pero existe otro bache y es el que me ha inspirado a escribir esta entrada. No es otro que las zancadillas que de vez en cuando nos ponen nuestros compañeros de afición y a veces "amigos".

Estoy seguro que la gran mayoría de vosotros habréis tenido experiencias de este tipo, alguien cercano, incluso alguien a quien continuamente estáis echando una mano con sus dudas, de repente te lo agradece con algún comentario bastante hostil, comentario que para nada te esperabas de dicho individuo, pero que ahí está, sembrando confusión.

Pues algo así me ha pasado aquí en el blog la semana pasada, cuando estaba revisando los comentarios del Blog me encuentro con este:

La entrada es esta donde podéis leer el resto de comentarios y ver la foto en cuestión:

Noche de Reyes en el faro de Ajo

Al leer el comentario pensé que era otro pobre diablo que cree que su minuto de gloria pasa por echar barro sobre otros compañeros. Seguí mi paseo con Hartza sin darle mayor importancia hasta que a la tarde volví a entrar para contestar y agradecer los otros comentarios del Blog. Entonces leí detenidamente el comentario. Ahí empezaron mis sospechas, esa forma de escribir me llevó directamente a pensar en cierta persona, después un par de coincidencias que vi en su perfil de Facebook me lo confirmaron. 

Expuse el asunto en casa, a mi mujer le encajaba todo y mi hija, que es el genio de la familia, se ofreció para rastrear el comentario a ver hasta donde nos llevaba... ¡¡¡Más coincidencias...???

En realidad el comentario me da bastante igual, vamos que no tengo ningún problema en reconocer un fotomontaje y decir que le he pegado un cielo de Burgos, como es el caso. Es más, casi siempre que subo algo al Blog, si es un fotomontaje lo digo, esta vez no fue distinto. Lo que si me siento es algo decepcionado con esta persona, ya que no me esperaba una salida así por su parte.  
 

Por mi parte, aunque esta entrada pueda parecer una pataleta, no es mi estilo. Lo que si me gusta es dar réplica a cualquier asunto, siendo el Blog un buen lugar para ello, ya que hace también las funciones de una especie de diario de este camino fotográfico. Como decía, por mi parte no va a haber rencor, seguiré tratando de ayudarte con tus dudas y disfrutando cuando coincidamos en alguna salida. Tú y yo sabemos la verdad.

Para este tipo de baches no hace falta montarse en un todo terreno, se pueden esquivar muy fácilmente o pasar por encima como he hecho yo. Lo cierto es que a lo largo de este camino nos vamos a encontrar personas verdaderamente tóxicas, es entonces cuando realmente debemos tomar los mandos del todoterreno y alejarnos rápidamente de ese bache. ¡¡Qué nadie nos quite la ilusión de seguir fotografiando!!! 

 

Otro tipo de baches pueden ser la falta de inspiración, las limitaciones de nuestro equipo, incluso hasta el miedo a no hacerlo bien puede convertirse en un pesado lastre. Hablar de estas cuestiones es meterse en el campo de la psicología, para el cual no estoy ni remotamente cualificado. De lo que si puedo hablar es de mis experiencias y de cómo voy sorteando esos baches fotográficos.

Falta de inspiración.

Si no os ha pasado, os pasará. De repente llega un día en el que no te apetece coger la cámara, miras tus fotos y te parecen todas iguales, entras en internet y más de lo mismo, todos vamos a los mismos sitios y hacemos las mismas fotos. Tratas de buscar sitios nuevos pero todo está inventado ya, o el sitio no es tan nuevo como creías  o las fotos que sacas no están a la altura de tus expectativas. Esto poco a poco va haciendo que se te quiten las ganas de coger la cámara y que acabe en el denominado Bajón fotográfico.

Cuando me vienen esos momento de bajón suelo hacer dos cosas. Cambiar de disciplina, si por ejemplo noto que me está dando pereza hacer paisaje, pruebo otra disciplina, Macro por ejemplo. Esto me devuelve las ganas de seguir fotografiando y en poco tiempo estoy deseando volver a la playa a fotografiar olas y rocas.

Ilusiones renovadas fotografiando aves.

Otra buena manera de superar esa merma de ganas de fotografiar, es apoyarse en los amigos. Esos momentos con la buena gente que vas conociendo en este camino fotográfico, asfalta cualquier tipo de bache.

 

 

Problemas con el equipo.

Rotura, robo, falta de material... suelen ser motivos por los que nuestro ánimo fotográfico se vea en declive. Sobre todo para los que nos cuesta enormemente ahorrar hasta para comprar un filtro. Aunque duele mucho cuando se nos estropea la cámara o se nos cae al suelo, aunque veamos muy lejos la compra de ese objetivo que tanto deseamos... Al final, esto se soluciona con dinero, con un equipo modesto también podemos lograr hacer buenas fotografías.

Toma realizada hace 8 años con un equipo modesto. Se notan la diferencia, sobre todo cuando has trabajado con equipos más avanzados, pero aún recuerdo lo satisfecho que me sentí cuando realicé esta fotografía. A día de hoy me sigue gustando mucho.

Hace un par de años o tres, fotografiando en la costa me paso una ola por encima. El agua, encontró camino hacia el interior de la cámara por una fisura de un golpe recibido tiempo atrás, lo que propició que dejaran de funcionar algunas partes como la pantalla. Por supuesto no era buen momento para afrontar el desembolso que supone cambiar de cámara (nunca lo es), situación que me disgustó bastante.

 

La mitad izquierda de la cámara quedó inservible, no podía acceder a los menús y aunque pudiese no podía verlos en la pantalla, pero si podía fotografiar, cambiar diafragma, tiempos de exposición etc. Dentro de lo malo, podía seguir disfrutando de la fotografía, aunque sería como se hacia en analógico, sin ver los resultados en pantalla. Esto me animó un poco, hasta que ahorrara para el cambio de cámara iba a seguir en la brecha.

Lo cierto es que no me acostumbré a no ver al instante lo que fotografiaba, recordemos que yo no vengo del analógico. Se me ocurrió entonces que podía usar el móvil como pantalla para ver los resultados, consiguiendo así sortear otro bache a la vez ganaba algo de tiempo hasta el inminente cambio de cámara.

Estas dos fotografías están tomadas usando el teléfono móvil como soporte para ver las tomas realizadas.

Poco o nada más que añadir, con estos baches o bajones fotográficos nos vamos a encontrar en reiteradas ocasiones a lo largo de nuestro camino. Mi consejo es que los afrontemos con una sonrisa y que no dejemos de salir a fotografiar, ya que cuando eso suceda, es muy posible que la cámara se quede olvidada en el fondo del armario.

¿Cuales han sido vuestros baches fotográficos y cómo habéis salido de ellos?