Fotoaventura en el Castro de las Gaviotas.

 

Panorámica de 8 fotografías en el Castro de las Gaviotas, Asturias.

¿No os ha pasado alguna vez que estáis durmiendo plácidamente y de repente se os abren los ojos de par en par? ?No? Pues a mi si.

Por suerte no me sucede muy a menudo, pero cuando me pasa, muy consciente de que no voy a volver a coger el sueño, trato de aprovechar ese tiempo extra deleitándome con un buen amanecer.

Esta vez, la fotoaventura me llevó a tierras asturianas, o quizás sea más acertado decir, a la costa asturiana, concretamente al Castro de las Gaviotas, en la playa de La Huelga.

3:00 A.M. Se me abren los ojos como a los búhos, sacándome de un apacible y reconfortante sueño. Con unos cuantos años ya de experiencia sobre mi funcionamiento interno, sabía de sobra que no me iba a volver a dormir y quedarme en la cama me supone un sinfín de vueltas en la cama intentando coger postura para recuperar el sueño perdido.

Pues nada, si no puedes con el enemigo alíate a él!!!

desde el sofá de casa no hacemos la foto

Un café frente al ordenador mientras escarbo entre las rutas y localizaciones guardadas en Google Maps. Casualmente, unos días antes había estado informándome sobre el Castro de las Gaviotas y fue de las primeras opciones que aparecieron en pantalla. Mientras daba cuenta de un rápido desayuno fui complementando esa información:

• Distancia desde Getxo. 196 km, 1h 58 min.
  

• Posición de disparo. Desde Punta de Huelga.

• Orientación de disparo. Localización para obtener el sol de frente al amanecer.
  

• Aparcamiento. A unos 50 metros.

• Estado de las mareas. No es del todo determinante, yo fui en pleamar.

• Meteorología. Totalmente despejado al amanecer.

• Amanecer. 8:22.

Ya con estos datos y mientras me ponía otro café, tenía que decidir si me compensaba recorrer esa distancia para encontrarme un cielo sin nubes. Aunque por otro lado, teniendo en cuenta que si salía ya de casa llegaría aún en noche cerrada, podía hacer el Castro de las Gaviotas de noche y con estrellas. Además siempre cabe la posibilidad de que la previsión meteorológica no acierte y amaneciera con nubes.

Decidí arriesgarme, ya que como solemos decir, desde el sofá de casa no hacemos la foto.

Llegué como calculé, completamente de noche, aún faltaba un rato para el inicio del crepúsculo astronómico, que es el que marca en este caso el fin de la noche cerrada. Me asombró la oscuridad de la zona y la cantidad de estrellas que se veían en el cielo. Si bien es cierto que la bruma marina amplificaba la contaminación lumínica de la cercana civilización, esta no impidió que me deleitara un buen rato fotografiando antes del amanecer.

Como iba diciendo, nada más bajar del coche me vi envuelto en un manto de oscuridad, había llegado perfectamente guiado por Google Maps y fuera del coche me sentí un poco perdido. Nada, un poco a oscuras para acostumbrar la vista y el rumor o casi estruendo, del mar me pusieron sobre el camino que lleva a la punta desde donde realicé mis disparos.

Momento en el que la noche empieza a fundirse con las primeros intentos de la luz del amanecer por abrirse paso (crepúsculo astronómico) que junto a la contaminación lumínica crean una escena de un rico contraste de color.

Hasta el amanecer estuve probando diferentes encuadre y focales, con y sin primer plano, más atrás o más adelante... Hasta que la luz del día me empezó a mostrar nítidamente los acantilados y como el mar rompía contra ellos. Fue entonces cuando pensé en hacer la panorámica que encabeza la entrada.

La panorámica consta de 8 fotografías en vertical, a 14 mm, 2" de exposición, un diafragma de f16, ISO 64 y un ND de 3 pasos. Tomada con el sol ya sobrepasando el horizonte, pero aún oculto tras el acantilado.

Una vez el sol se hizo visible trate de repetir la panorámica y de estrellar el sol. Los resultados no me convencen mucho, pero un día de estos los compartiré con vosotros.