Fotografiando rayos

AP-1 a la altura de Bugedo. 14 mm, 109", f8, ISO 200.

¿Quién me iba a decir a mi el sábado que acabaría fotografiando mis primeros rayos? Aún recuerdo la primera vez que quise fotografiar rayos, llevaba semanas con mi primera cámara réflex y apenas había asimilado conceptos tan básicos como diafragma y tiempo de exposición, cuando me fui a dar un paseo con el perro por los campos palentinos. No habíamos andado ni 10 metros cuando una tormenta eléctrica empezó a cubrir el cielo de rayos.

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Ni corto ni perezoso me fui a casa a por la cámara y me planté en mitad de una pista sin trípode a intentar cazar un rayo. Al echarme el visor de la cámara al ojo descubrí que no tenía batería. ¡Qué tiempos aquellos en los cuales pretendía fotografiar rayos sin trípode, sin batería...

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Después de esa, únicamente en un par de ocasiones he intentado fotografiar rayos y las dos acabaron en fracaso ya que solo se veía el resplandor en el cielo y para nada asomo ningún rayo.

Casualidades de la vida

Ni por asomo pensamos que este sábado acabaríamos a pie de la autopista fotografiando rayos. Os cuento un poco la fotoaventura:

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El día en cuestión, o la noche, era luna llena y mi idea o mi primer plan pasaba por bajar a San Juan de Gaztelugatxe y aprovechar la luz de la luna para que iluminara el entorno. Tras un intercambio de wasaps y llamadas decidimos ir a una torre de telégrafo óptico cerca de Miranda de Ebro. Hay una en Quintanilla de la Ribera, rehabilitada. Y otra en ruinas en Bugedo. Optamos por la de Bugedo, más que nada porque al inspeccionar la 1ª veíamos la torre un poco tapada por la vegetación y al ir a comprobar la 2ª, ya no teníamos tiempo de cambiar de parecer.

La planificación

Ya estaréis hilvanando que si queríamos fotografiar la luna, la planificación nada tenía que ver con la fotografía de rayos. Para que os hagáis una idea queríamos hacer una foto en esta línea:

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Doble exposición en cámara, 300 mm, f8, ISO 250, 1/80 para la luna, 2" para el suelo.

La planificación pasaba por mirar el tiempo y el porcentaje de nubes que marcaba un 8%, porcentaje más que aceptable para intentar la foto. Puesta de sol y salida de la luna que casualmente coincidían y ya in situ calcular el punto exacto por la que saldría esta. 

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De tormentas el tiempo no decía nada y fallo nuestro tal vez fiarnos del parte meteorológico visto a la mañana. Así que ahí estábamos en mitad de la nada con la luna ya saliendo y un porcentaje de nubes bastante mayor que un 8%. Tras unos minutos la luna apareció muy por arriba de la torre de telégrafo y ya que estábamos allí pues hicimos unos disparos. Yo aproveche para hacer la doble exposición y me dispuse a recoger.

Fotografiando rayos

Fue en ese momento cuando ya íbamos a recoger cuando empezamos a ver unos resplandores en el cielo y alguno con la forma de un relámpago bien definida. Tardamos más bien poco en cambiar el teleobjetivo por el angular y girar nuestro encuadre 90º para intentar captar el momento en que cae el rayo.

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14 mm, 48", f8, ISO 250

Se aprecia en la fotografía como nos encontramos en mitad de la nada, con un simple camino para meter en el primer plano, una autopista cercana como muestran las estelas y que por algún motivo me parece que le dan un toque a la fotografía y un fondo tormentoso.

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Así que esta fotografía del camino es mi primera fotografía de rayos.

¿Cómo he fotografiado los rayos?

Lejos ya queda el día que quise fotografiar una tormenta a pulso y sin batería y a lo largo de estos 9 años que han transcurrido, algo he aprendido. Lo más básico es que no voy a ser lo suficientemente rápido como para apretar el disparador según vea el rayo en el cielo. En su día lo pensé y de no ser porque no tenía batería la cámara lo hubiese aprendido por las malas ese mismo día.

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Años después de esta graciosa anécdota y muchísimos fines de semana haciendo fotografía nocturna mi cámara y mi trípode son prácticamente una extensión uno del otro por lo que con dejar el obturador abierto durante un rato no supondría un problema de trepidación.

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Otro factor a tener en cuenta es el tiempo de exposición. ¿Cuánto dejamos? Lo ideal es dejar en Bulb y captar cuantos más rayos mejor, pero claro, una cosa es lo que queramos y otra lo que suceda. Para empezar el sol acababa de ponerse por lo que en el cielo aún quedaba mucha luz, si cae un rayo y dejo el obturador abierto demasiado tiempo correría el peligro de que no se aprecie sobre un cielo demasiado expuesto. Por otro lado los rayos tardaban en caer entre uno y otro bastante tiempo y además empezaba a caer alguna gota. a todo esto le sumamos mi nerviosismo por querer captar mi primer rayo y nos da unos parámetros de inicio de 30", f8 e ISO 250.

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El ISO y el diafragma eran los mismos que tenía mientras hacía la foto de la luna, pero estaba tan ansioso que no quise perder tiempo en efectuar mis disparos. Los 30" a ojo calculé que con la luz que había le iría bien. Así hice un par de disparos en los que pille un rayo, mi primer rayo!!! Luego la luz fue bajando y puse en modo Bulb y fui cortando las exposiciones un poco a ojo sin dejar que se alargaran demasiado. Como decía más arriba, 9 años después y mucha fotografía nocturna me han otorgado cierta noción sobre los parámetros a utilizar. Así que en una de esas exposiciones a ojo cayó otro rayo y en vez de cortar rápidamente la fotografía, le deje unos cuantos segundos más y salió con 48" de exposición la fotografía que veis pero sin el rayo de la izquierda.

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El rayo de la izquierda pertenece a otra fotografía de 65" con un cielo más oscuro y bastante mas feo y que en casa he fusionado mediante capas de Photoshop para tener 2 rayos en la misma imagen.

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Seguido a esto nos percatamos que la tormenta se iba desplazando hacia la izquierda pero carecíamos totalmente de encuadre si volvíamos a girar esos 90º. ¿Qué hicimos? Modificar nuestra posición e irnos a pie de autopista a probar suerte con las estelas.

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Durante las pruebas pertinentes en esta nueva ubicación estuve contando el tiempo que pasaba entre los rayos. Estaban cayendo en un intervalo de en torno a los 60". Pulse el disparador y antes de que pasaran 30" cayo un rayo, seguí con la exposición y cuando cayo un segundo rayo corte el disparo captando 2 rayos en una exposición de 109".

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A partir de aquí la tormenta se fue alejando dejando algún que otro rayo muy lejano y demasiado pequeño, nada que me haya motivado para revelar.

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La tormenta pasó y aún me entretuve con un cartel de coto de caza recortado sobre un cielo semi estrellado que no se porqué me recordaba a un paisaje americano y me imaginaba el cartel con otro tipo de leyenda.

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964", f4, ISO 64

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Hasta aquí esta fotoaventura que nos ha entretenido fotografiando rayos y que he conseguido plasmar mis primeros relámpagos. Si tenéis alguna técnica más efectiva agradeceremos leerla en vuestros comentarios.