La guerra de las localizaciones en fotografía

Quintanilla Cabe Rojas, Burgos. Panorámica de 5 fotografías verticales a 14 mm, 25", f2.8 e ISO 3.200.

Hablábamos la semana pasada de las batallas que nos montamos a la hora de coordinarnos para hacer una fotografía cuando nos juntamos varios en una misma localización. Así que esta semana vamos a seguir con esta tendencia belicista y vamos a hablar de las guerra que nos traemos con las localizaciones y los auténticos motivos por los cuales no queremos compartirlas.

Veía el otro día en Instagram una foto, posiblemente del hayedo de Belaustegi, en la que me llamo la atención el comentario que hacía su autor. El comentario no era otro que:

"Vamos a dejar de compartir localizaciones para que no se dañe el medio ambiente"

Esto me hizo fruncir el entrecejo ya que no es la 1ª vez que lo escucho o leo muy a la ligera, y al seguir visionando su galería me confirmó lo hipócritas que podemos llegar a ser. Si, es muy loable tratar de preservar el medio ambiente, pero....

En dicha galería estaban los cromos que tenemos todos, es decir, anteriormente alguien ha compartido esas localizaciones para que nosotros podamos fusilarlas a nuestro antojo. Entonces, ¿según quienes vayamos, hacemos o no hacemos daño a nuestro entorno natural? ¿Alguien tiene el poder de levitar? Y si, por supuesto que tenemos que concienciarnos en producir el menor impacto allá por donde pasamos.

No es motivotivo de esta entrada juzgar a nadie, simplemente me ha dado que pensar ese comentario, el cual me conduce a esta reflexión en voz alta y que no es otra que somos unos hipócritas y que el medio ambiente nos preocupa en su justa medida. Por ejemplo:

¿Por qué hay tantas fotos del hayedo de Otzarreta y tan pocas del mismo hayedo con una buena carga de nieve? Pues porque hay que andar... Si en Barrika pusieran ascensor habría hasta puñetazos.

Siguiendo con el medio ambiente, cortamos ramas que no queremos en el encuadre, metemos los coches por donde no deberíamos, de las colillas mejor ni hablamos... Yo mismo cuando voy a hacer macro y me tumbo con la esterilla puedo estar causando un daño a alguna especie que luego se alargue mucho el tiempo su normalización. Estoy seguro que si me paro a pensar se me ocurren otra tanda de ejemplos y a vosotros también, pero es más fácil no compartir localizaciones, así destrozo yo solo el entorno. Eso si, que el resto siga compartiendo...

Otro frente en esta guerra de las localizaciones es cuando te dicen:

_Yo no comparto localizaciones porque mi trabajo me lleva buscarlas.

Bien, aunque parte de ese trabajo tan costoso todos sabemos que es preguntar a otro por el sitio y si te lo puede pasar la chincheta de Maps mejor aún. A ti te cuesta trabajo ¿verdad? A los demás nos lo dan todo hecho.....

También tenemos la otra cara de la moneda, gente con razones fundadas para no compartir localizaciones, gente que de verdad se preocupa por su entorno, sabe por donde pisa y que impacto real puede causar su paso, gente que de verdad quiere preservar los pocos rincones que aún nos quedan por mancillar. Pero de ahí a no compartir una ubicación del hayedo de Belaustegi que entre fotógrafos, seteros y senderistas parece una romería.

Rara vez no he compartido una ubicación. Que yo recuerde un campo de amapolas el verano pasado del cual no puse ubicación por que al ser un terreno plantado de cereal no me pareció correcto compartir la ubicación públicamente. Y a día de hoy una foto que tengo pendiente de repetir y no quiero que nadie se me adelante y que ni siquiera la he publicado en ningún lado.

Resumiendo, muchas localizaciones me las he buscado yo, pero otras tantas se las he visto previamente a otros compañeros y a otras tantas más me han llevado, siendo por estas dos últimas razones por lo que me niego a no compartir localizaciones.

Y vosotros, cuales son vuestras razones para no compartir localizaciones?

Para acabar, como una de las ideas principales del blog es la de compartir experiencias, comparto brevemente la experiencia de estas do salidas a Quintanilla Cabe Rojas. La 1ª fuimos con luna y bueno, bien. El hecho de que haya un tanque en lo alto de una loma da su juego. La 2ª vez hemos ido con la idea de hacer vía láctea. Podéis observar que el cielo es apto para ello, pero el pueblo está demasiado cerca lo cual nos cuela luces insalvables y unas tonalidades verdosas que luego tendremos que trabajar en el procesado. Es decir, las luces del pueblo nos limitan los encuadres dejando fuera posibilidades más acertadas. En mi opinión si tuviese que valorar del uno al 10 esta localización para hacer vías lácteas, le daría un 4.