Mis primeros 10 años fotográficos

Hace unos días ha sido mi cumpleaños y fue precisamente por mi 38 cumpleaños cuando decidí regalarme mi primera cámara réflex. Fue una Sony 230 que me costó 300 euros y pensaba, ignorante de mi, que con esa cámara ya iba a poder hacer fotos como las que veía en las revistas.

Poco a poco me fui metiendo en este mundo, ampliando conocimientos a la vez que equipo, disfrutando de lo que me ofrece la fotografía, de la gente que vas conociendo por el camino y por supuesto, sigo anhelando hacer fotos como las que veo en algunas revistas.

Para celebrar estos primeros 10 años fotográficos, he pensado hacer un breve repaso cronológico empezando por los inicios.

2010

En verano de 2010 me compré mi primera réflex, baje a la tarde noche con ella al parque donde habitualmente saco a Hartza e hice unos disparos en automático. Al ver las fotos en la pantalla pensé que acababa de tirar 300 pavos, me salían las fotos igual de borrosas que con la compacta cutre que tenía por aquel entonces. Así aprendí conceptos como trepidación y tiempos de exposición.

Este primer año, me dedique a asimilar conceptos (mi primer efecto seda traté de hacerlo en el grifo de la cocina), a alucinar con los presets del Lightroom y a fotografiar a mi hija, a mi perro y cualquier detalle que llamara mi atención. Empezaba a ver muchas fotografías de compañeros y el macro me resultaba muy atrayente.

2011

Este año seguía yendo a todas partes con la cámara colgada al cuello, aunque siempre me ha dado un poco de vergüenza que la gente se me quedara mirando, era mayor la necesidad de fotografiar todo lo que me rodeaba.

Descubrí además el blanco y negro, los sepias, cianotipos...

2012

Es en el 2012 cuando me queda claro que donde más disfruto es en la naturaleza, especialmente fotografiando el paisaje.

En esta etapa comencé a comprender los conceptos de composición, poco a poco iba entendiendo por que había cosas que me gustaban y otras que no. Podría decirse que empezaba a saber leer las fotografías.

2013

Este es un año de cambios. Por un lado queda ya claro que mi disciplina es el paisaje y todos mis esfuerzos van encaminados a su aprendizaje. Aprendizaje que va dando sus frutos haciendo que mis fotografías tengan más aceptación entre el público general (ya no solo le gustan a mi Madre).

También este 2013 cambio de cámara y doy el salto a formato completo. El importante desembolso realizado no logra que sea mejor fotógrafo, pero si me impulsa a seguir motivado y seguir avanzando por un buen camino de conocimientos.

2014

Con el cambio de cámara, empecé a frecuentar el foro de la marca, donde participe en varias quedadas que hacíamos por Bizkaia. Gracias a ello he conocido a otros fotógrafos, algunos son a día de hoy compañeros sin los que salir a hacer fotos no sería lo mismo.

También este año con la mejora del equipo empecé a tomarme con más gusto la fotografía nocturna, otra modalidad en la que disfruto horrores.

2015

Seguimos en la misma tendencia de disfrutar y aprender. Quizás el cambio más significativo de este año es que empezamos a desplazarnos más y cada vez más lejos.

Pero sin olvidarnos de lo que tenemos cerquita de casa.

2016

Creo que fue este año en el que consolidamos el grupo de amigos que a día de hoy seguimos en contacto directo. Ese año hicimos el primer fin de semana de grupo por Toledo. No me traje grandes fotos, pero si buenísimos recuerdos.

También fue este año cuando empezamos a hacer la ya tradicional salida de la Noche de Reyes en la cual comemos el Roscón y hacemos fotografía nocturna.

2017

Quizás haya sido 2017 un año de cambio, un año con más ganas de fotografiar si cabe. Un año de desplazamientos, madrugones y muchas horas de sueño perdidas. Viendo el resumen de 2017 veo que hay un cambio y pienso que de mejora, noto más ganas de hacer cosas.

También es cierto que debido a la vejez de mi Perrito, ese año empiezo a tomarme el macro más en serio y disfruto de ello en compañía de Hartza sin necesidad de grandes caminatas.

2018

Misma tendencia que el año anterior, muchas ganas de fotografiar, muchos kilómetros, muy buenas anécdotas y aprovechando siempre que puedo de mi Perro.

2019

En 2018 una fatídica ola me pasó por encima y encontró una fisura en la cámara por la que colarse y estropearme parte del mecanismo de visualización. En definitiva, que cambié obligatoriamente de cámara por lo que afronté el 2019 como un niño con zapatos nuevos.

En 2019 he conseguido hacer mi primera fotografía de rayos. La primera vez que lo intenté haya por 2010, salí todo ilusionado con la cámara al cuello creyendo que sería capaz de apretar el botón a la misma velocidad que el rayo surcaba el cielo. Estaba sin batería y aprendí algún año después de la necesidad de un trípode y ciertos parámetros para hacer estas fotos. Algo hemos mejorado con los años.

2020

No tenía grandes planes para este año, a parte de escribir esta entrada, cuando empezó 2020 solamente tenía en mente seguir disfrutando de lo que la fotografía me ofrece y seguir aprendiendo cosas nuevas.

Pero llegó la pandemia, el tan temido Covid 19 y paró el mundo. Para cuando nos confinaron ya tenía unas carpetas con las salidas de este año y durante el confinamiento, algo hice en casa.

Después del confinamiento, las ganas de salir se han multiplicado. Y no, no hablo de ir a bares o eventos sociales a propagar el coronavirus, hablo de salir a fotografiar, a no quedarme en casa presa de la pereza o el temor a contagiarme.

Hablo de disfrutar el doble si es posible y es lo que me he propuesto para lo que queda de este 2020.

No he querido poner nombres de todos aquellos que habéis influenciado mi estilo fotográfico porque se que me dejaría a alguien sin nombrar y sería injusto. Ya sabéis de sobra quienes sois 😜😜😜. Desde mis primeros compañeros, hasta las grandes personas que he conocido este finde pasado, agradeceros estos 10 años fotográficos y espero poder contar con vosotros para los 10 próximos!!!