Casetas de playa en Muskiz, de La Arena. Encuadre, elementos de composición y algo de nostálgia.

 

Llamativas casetas de colores en la playa de La Arena. 14 mm, 55", f11, ISO 64, ND 6 pasos.

Recuerdos de la playa de La Arena.

Sabor a tortilla y a carne empanada, olor a crema solar y a refinería, el sonido de cientos de niños gritando por encima del bramido del fuerte oleaje, señalizado por la sempiterna bandera roja, que ondeaba todos los veranos, para mayor frustración de los que no queríamos salir del agua, espaldas quemadas por el sol, cuerpos tintados de naranja por la peculiar composición de la arena... Así era parte de los veranos de mi niñez.

La Arena, la playa de mi infancia. Durante casi medio siglo he visto grandes cambios a su alrededor, siendo estas casetas de playa uno de ellos, puesto que no estaban ahí desde la "Creación". Cuando las colocaron, siendo yo muy niño, pensé en lo que me gustaban... Tengo que hacer un gran esfuerzo para recordar como era todo antes de las casetas, viniéndome a la mente una especie de terraza de hormigón a pie de playa, con una especie de fuente lava pies donde siempre había que esperar una larga cola para salir de la playa. Sobre esta terraza se erguía una pequeña y tosca construcción también de hormigón o albañilería que hacía las funciones de Puesto de Socorro y sobre el que ondeaba la bandera que señalizaba el baño, Roja casi siempre. Creo recordar también que en esa construcción había unas puertas verdes que eran baños de esos de cagar a pulso...

Un buen día aparecieron las casetas de playa, el azul era más clarito, o eso recuerdo, sustituyendo al Puesto de Socorro y a los baños.

Casetas de playa y fotografía.

Nostálgico que es uno, nunca he dejado de visitar la playa de La Arena. Cada vez que puedo me doy una vuelta por la misma playa, por Pobeña o Kobaron.

Disfrutando con Hartza en una cala de Kobaron, Muskiz.

Decía más arriba, que cuando colocaron estas casetas, no recuerdo el año, me gustaron mucho. También he contado alguna vez, aquí en Fotoaventuras, que empecé a tomarme en serio la fotografía en verano de 2010, pero fue unos años antes cuando ya sentía mucha curiosidad por el tema fotográfico fotografiando todo lo que se me ponía por delante con la cámara compacta de turno.

Pues es en esa época de compacta cuando se empieza a fraguar la fotografía que veis arriba. Tengo que tener por ahí fotografías de mi hija con 3 - 5 años posando con las casetas de playa de fondo. Son tan fotogénicas!!!

Ya en mi etapa fotográfica más seria siempre las he tenido en mente, pero por "H" o por "B", siempre se han ido quedando atrás. También es cierto que de vez en cuando, algún compañero fotógrafo les daba un repaso a estas casetas de playa y me decía a mi mismo que de este fin de semana no pasaba. Y así fueron pasando los años, la idea en mente pero la ejecución no llegaba. ¿Os suena?

Por fin me decido a fotografiar las casetas de playa de La Arena.

El Perrito que veis en la foto de arriba tiene la costumbre de salir todas las mañanas a dar un paseo y hacer esas cosas que hacen los perros. El pobre, cerca de los 13 años, no tiene ya muy bien las patas por lo que los paseos tienen que estar bastante controlados, duración, terreno, humedad... Con este panorama tengo 2 opciones, le doy un paseo rápido y seguido me voy a fotografiar el amanecer. O le doy una vuelta a la ubicación y me lo llevo conmigo. Baste decir que me cuesta mucho dejarle en casa.

En esas estaba yo el domingo pasado, dando vueltas por Google Maps a ver donde podíamos ir los dos juntos, cuando se me ocurrió que podía por fin fotografiar las casetas de playa de Muskiz.

 

Además tenía bastante fresca la idea en la cabeza por el tema de casetas de colores que os contaba en la entrada de Zorrozaurre y un par de barcas en La Ría.

Encuadrando las casetas de playa.

Salimos de casa sin ningún tipo de planificación, solo que amanecía en poco más de media hora y que al mirar por la ventana se veían algunas nubes.

El último vistazo que le eche a Maps me decía que las casetas estaban ahí, pero lo cierto es que está un poco desactualizada la foto del satélite.

Bueno, la idea pasaba por aprovechar las nubes, que cada vez iban a menos, para hacer una exposición larga y darle así una atmósfera dramática que contrastara con el carácter alegre de las casetas de playa. Me quedé un poco a medio camino.

Esta zona de la playa de Muskiz está muy pero que muy cambiada desde la última vez que estuve y desde la última vez que actualizaron Google Maps. Me di cuenta de ello nada más llegar. Mi única idea un poco preconcebida era hacer la fotografía con una vista totalmente inversa a la mostrada ya que es por donde saldría el sol, pero sin ninguna convicción. 

Al llegar, accedo en la misma dirección que el encuadre que veis, por supuesto llama mi atención. Me gusta cuando fotografío edificios, o casetas de playa, encuadrar dos caras de sus fachadas ya que así ganamos mucho volumen. Además, esta vista o encuadre, engloba elementos que pueden ser muy atractivos para la composición. Vuelvo a poner la foto para vuestra comodidad:

Elementos de composición.

Hemos hablado muchas veces en el blog sobre composición y elementos compositivos, cuáles son, cómo nos ayudan, que aportan... Creo recordar que de lo último que escribimos aquí en Fotoaventuras sobre ello fue lo que nos aportaban las figuras geométricas en nuestras composiciones. Vale, pues si echamos un ojo a nuestras casetas de playa veremos que no le faltan triángulos, cuadrados, rectángulos y círculos.

La forma en la que han pintado las casetas aporta también ritmo. Ritmo que se ve roto por ventanas y puerta creando un contraste de elementos a la vez que nos aporta información cotidiana. La cubierta igualmente con un ritmo no tan acusado, pero que contiene esa norma no escrita de los elementos impares. Consta de tres grupos de tejadillos en punta de tres, uno y un grupo al fondo. Todo ello compensado por una incipiente luz previa al alba.

¿Cómo elijo este encuadre y ajusto la composición?

La elección del encuadre no es algo estándar para todas las fotografías, en esa elección van a entrar en juego los elementos de composición. Recordemos que el encuadre es lo que nos cabe dentro de los 4 lados de la fotografía, y la composición es como distribuiremos todo lo que tenemos dentro de ese marco.

 

El encuadre entonces, ni es estándar, ni es una verdad absoluta, así que podemos expresar nuestra creatividad como más nos venga en gana. Yo me suelo guiar mucho por mi primera impresión. Esto no quiere decir que siempre acabe haciendo la foto con esta premisa, o que de un rápido vistazo tenga controlada ya la foto que quiero, pero cuando lleguéis a una localización sin haber planificado nada de antemano y veáis algo que os guste, fiaros de esa sensación.

 

Recapitulando, llegó a pie de las casetas de playa con idea de hacer el amanecer, pero el encuadre que llama mi atención está orientado hacia el atardecer. Llego ya con bastante luz, pero con media hora larga sobre la salida del sol, lo que me da margen para dar una vuelta alrededor de las casetas y ver otras posibilidades de encuadre. Lo que si veo es que las nubes van a menos y que el cielo de mi primera impresión está cogiendo un tono cálido que puede molar.

 

Vuelvo a mi posición inicial, encuadro, elevo lo más que puedo el punto de vista para controlar algo la distorsión del contrapicado con un gran angular, me preocupo de no cortar la arqueta que hay en el suelo y maldigo al que se le ocurrió poner el cubo blanco de hormigón delante de las casetas del fondo.

 

Con todo ya a mi gusto, la escena enfocada y el autofoco en manual, calzo un ND para captar en medida de lo posible el movimiento de las nubes. Tras pequeños ajustes de encuadre, quitar suelo, equilibrar laterales... y variaciones en la exposición para el tema de las fugas en las nubes, consigo la foto que me gusta y me voy a probar suerte con otros encuadres.

 

Y uno de esos encuadre es este de aquí abajo, que quizás era lo que más se parece ala idea con la que salí de casa.