Mismo árbol, misma roca
Si os soy sincero no me suele importar mucho lo que la gente piense o diga, mientras mi Madre me siga diciendo que fotos más bonitas haces hijo me es suficiente. Pero una cosa es que me la sople la opinión inane de la gente y otra muy distinta es que me quede callado ante tal avalancha de tonterías. ¿Y a qué viene todo esto? Pues viene a que leo y escucho a gente que se preocupa más del trabajo ajeno que del suyo propio y gustan de echar tierra a todo aquel que se le pone por delante. Estos gurús o CRETINOS como los denomina mi buen amigo Ander. Y no, no hablo de esta gente que te paras a hablar con ellos y te dan su opinión razonada sobre cualquier tema, como he tenido la suerte de comprobar este miércoles pasado en la asociación Biotz Gaztea de Santurtzi con algunos de sus miembros y que salí con muy buenas sensaciones, pero bueno, esto sería tema para otra entrada. Me refiero a estos individu@s que están al acecho y de la que pueden meten cuñas sin ninguna argumentación. Que