La última vía láctea. Villacreces.

Torre mudéjar de la iglesia de San Cipriano. 14 mm, 25", f2.8 e ISO 3200.

 

A falta de 3 días de que se acaben mis vacaciones, sin ninguna previsión fotográfica ya a la vista, puedo decir que esta ha sido la última vía láctea de la temporada. Y como tal, se merece una crónica o dicho de otra forma, esta salida fotográfica es digna de una "fotoaventura".

En esta ocasión nos vamos hasta Villacreces, un despoblado en Tierra de Campos, en la provincia de Valladolid. Podéis ver la ficha fotográfica en el siguiente link:

Ficha fotográfica de Villacreces.

Ha sido este principio de 2021 un año extraño, muy marcado por la pandemia de Covid, en el que estábamos muy pendientes del calendario de vacunación, deseosos de alcanzar esos porcentajes que dieran pie a la flexibilización de las restricciones de movilidad. Esa flexibilización llegó en mayo, y desde entonces no he parado. Toledo, Burgos, Soria, Cáceres, Zaragoza, Palencia, Navarra, Santander son algunos de los lugares por los que me he movido, solo o acompañado, muy bien acompañado sería más correcto decir, para disfrutar de esta pasión por la fotografía.

Como decía, esta temporada, que solemos llamar, de vías lácteas, la hemos terminado en Villacreces, provincia de Valladolid. Aunque también tengo que decirlo, al día siguiente fuimos a Frías, Burgos, a ver si cazábamos la última. No quiso el cielo mostrarnos las estrellas esa vez...

He visitado Villacreces en 3 ocasiones. La primera vez fui con una planificación respecto al cielo no muy favorable. La luna no supondría gran problema ya que se ocultaría antes que el centro galáctico. Y el porcentaje de nubes  creo recordar que iría en disminución, no obstante dejo a continuación un link con la fotoaventura de ese día, pero el cielo acabo por estar más cubierto de lo deseado. La segunda vez, volvía de fotografiar unos campos de lavanda también en la provincia de Valladolid y como a la vuelta me pillaba bastante a mano pues paré. Nada, bajé del coche y mientras me deshacía del exceso de agua consumida, ya me di cuenta que de ese cielo, plano y sin texturas, no iba a salir nada bueno. De vuelta al coche y a dormir que ya llegarían días mejores.

1ª salida fotográfica en Villacreces

Las 2 veces anteriores llegue a Villacreces de noche. Si no habéis leído la ficha que he dejado arriba, ahora es el momento, ya que el suelo de este despoblado es un autentico peligro. El hecho de haber llegado de noche y conocedor de las trampas existentes entre la maleza, fueron motivo suficiente para no salirme del camino.

Esta 3ª vez llegamos de día. No con el suficiente tiempo para explorar todas las posibilidades y evaluar riesgos, pero si pudimos hacer unos disparos antes y durante la puesta de sol, a la vez que vimos algunos de los agujeros que tanto peligro entrañan.

Uno de los grandes retos a los que me enfrenté fue la variedad de posibilidades. Villacreces es un pueblo construido en adobe (ladrillos de barro), al cual un cruel expolio y las inclemencias del tiempo, han dejado en una serie de ruinas con un poderoso atractivo visual para el fotógrafo. Esta razón, a mi al menos, hace que quiera fotografiar todo lo que veo a la vez que no me decido por nada en particular.

En estas dos fotos que veis arriba y abajo de este párrafo, fue la posición del sol la que determino un poco hacia donde encuadrar. Si por mi hubiera sido, habría fotografiado cada uno de los edificios y desde varios ángulos.

En ambas fotografías sale el mismo palomar, Siendo esta segunda (abajo) un encuadre mucho más abierto que captara algo más la esencia del lugar.

A continuación una panorámica de lo que se ve al llegar a Villacreces. Si bien el encuadre está un poco cogido con pinzas, si que muestra muy bien lo que os decía arriba, es un sitio con muchas posibilidades, a la vez que complejo.

Esta complejidad que os menciono, viene marcada por varios factores.

• La dificultad de moverse libremente. Repito, el suelo de este pueblo esta lleno de pozos y bodegas, un paso en falso y se nos va al traste la sesión o excursión. También añadir que hay muchas vigas caídas o en precario equilibrio que sumadas a la maleza nos impiden el paso. Esto nos limita a la hora de posicionar el trípode.
  
• Solapamientos. Como es de suponer, el pueblo no se creo para que lo fotografiásemos nosotros siglos después. Nos encontraremos fachadas que queramos fotografiar pero que nos costará aislar del entorno. Fijaros en la panorámica de arriba que justa está la torre.
• Ausencia de primer plano. Me ha costado horrores dar con primeros planos que acompañen la foto. Es más, no he sido capaz de encontrar ese elemento que le de fuerza a esos primeros planos. Como veis en las dos fotos de arriba, las del atardecer, he jugado un poco con el terreno y la luz que incidía en él para dotar de algo de garra a esa parte tan importante de la fotografía. La inclusión de caminos resultó ser otro recurso.

Está claro que la torre de Villacreces es uno de los motivos estrella de esta localización. Después está mi pasión, casi obsesión, por fotografiar la vía láctea que me lleva a buscar por toda la geografía sujetos que la acompañen.

A estas altura del año, principios de septiembre, el centro galáctico se ve muy poco tiempo por encima del horizonte, un par de horas si llega desde que anochece. También tiene la peculiaridad de que se encuentra perpendicular al horizonte por lo que el motivo que lo acompañe ha de ser seleccionado con un poco de mimo ya que no queda bien en cualquier situación. Sobre una carretera o unas vías del tren suele quedar muy bien. El año pasado nos fuimos hasta Ávila para colocarlo entre dos pilares en ruinas.

Vía láctea entre pilares 

Sobre esta torre de Villacreces quizás quedaría mejor el arco completo de la vía láctea, pero no me negaréis que así cayendo al lado de la torre le da una impronta a la foto. Sea como fuere, elegimos Villacreces como destino para la última vía láctea de la temporada.

Vosotros ¿Cual ha sido vuestra última foto de la temporada?